Siete días después del mal manejo de una fogata que generó quemaduras de primer y segundo grado a varios menores de edad en el Colegio Francoise Dolto, de los cuales, dos niñas de cuatro años se encuentran graves, directivos de la institución no han asumido su responsabilidad y el caso pone en evidencia diversas irregularidades.
La situación no solo mostró que el Colegio no contaba con extintores ni protocolos de actuación, sino que operaba sin cumplir con la autorización y refrendo de validez de estudios, entre otras anomalías.
Lo que pretendía ser un campamento por el Día del Niño en el Colegio ubicado en la calle Berriozábal 118, terminó en tragedia la noche del 29 de abril, cuando el profesor de educación física, Jonathan N., quiso avivar el fuego con una botella de alcohol.
La exposición al calor y el aumento de la presión interna de este tipo de productos generaría una explosión con el aire, provocando quemaduras en las y los menores que se encontraban alrededor de la fogata aproximadamente a las 22:00 horas.
Sin embargo, a partir de la medianoche profesores y directivos empezaron a contactar con las madres y padres de familia, al mismo tiempo que trasladaban a los menores más graves al Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”.
En conferencia de prensa, un grupo de madres de familia afirmó que en el Campamento participaron al menos 15 estudiantes de diferentes grados y 20 adultos, entre docentes, personal administrativo, directivos y de intendencia.
Pese a la petición de algunas madres de participar en el Campamento nocturno, personal del Colegio se negó como en otras actividades previas, garantizándoles seguridad y constante vigilancia a las y los menores participantes.
Solo cuentan con la versión de las víctimas
Las madres de familia coincidieron que solo tienen la versión de lo que sucedió esa noche por los testimonios de las víctimas y los menores presentes, pero a la fecha ningún directivo, profesor o intendente ha querido hablar de esta tragedia que mantiene internada a Kinich en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña en estado grave, así como a Kazumi en terapia intensiva el Hospital Shriners en Galveston, Texas.
Ninguna de las 20 personas adultas que estuvieron en el campamento han dado la cara a las madres y padres de familia, excepto la hija de la directora del Colegio, quien se vio presionada a acercarse días después de lo sucedido, sin dar resultados satisfactorios.
Las madres de familia señalaron que los directivos y profesores no llamaron a emergencias de manera inmediata y mantuvieron a las y los menores en los salones por casi dos horas, hasta que decidieron llamar a los familiares y trasladar a los heridos al Hospital Civil.
Del médico del Colegio, quien debió estar durante el campamento, se desconoce a la fecha cuál fue su actuación en apoyo a las y los menores que fueron afectados con las llamas y otros más que tuvieron crisis nerviosas.
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Limpiaron la escena
Señalaron las madres que al momento de la tragedia, los directivos retiraron los celulares a los estudiantes que los llevaban consigo, además de intentar manipular a los menores para que no dieran más datos a sus tutores.
Al dejar en claro que esta situación debe ser un precedente en el estado y no confiar a los niños en escuelas que no estén legalmente establecidas, las madres de las víctimas dejaron en claro que lo sucedido la noche del 29 de abril no fue accidente, sino negligencia.
Aseguraron que en una primera versión la directora informó que fue una ráfaga de viento lo que generó el descontrol de la fogata, pero el testimonio de los niños cambió lo dicho por ella.
Expusieron que el personal se dedicó a limpiar y desechar objetos del patio donde prendieron la fogata y cuyo espacio es el único que no cuenta con cámaras de seguridad para corroborar cómo sucedieron los hechos. Las madres de familia aseguraron además que no les informaron que el campamento incluiría el uso de fuego.
Kazumi en terapia intensiva
De cuatro años de edad, Kazumi es la menor de se encuentra en terapia intensiva en Galveston, Texas, con quemaduras de segundo grado y con mayor afectación en el rostro, cuyo traslado se dio gracias a sus mismos padres, que buscaron el contacto y el apoyo del Hospital por medio de una asociación.
“Mi hija sigue en terapia intensiva y fue trasladada gracias a que pudimos mover mar y tierra. Ninguna dependencia hasta el momento, ni mucho menos la directiva, nos han ayudado”, expuso Victoria, madre de Kazumi, luego de señalar que el padre de la menor se encuentra en el Hospital de Galveston.
La madre expuso que a medianoche los directivos del Colegio le informaron que Kazumi se había quemado, sin darle más explicaciones de cómo sucedió, pidiéndole que se trasladara al Hospital Civil.
Una vez que llegó al nosocomio, personal médico le informó que la menor ya se encontraba en el ISSSTE, donde lograron verla con severos daños en su rostro y parte de su cuerpo. Posteriormente, fue canalizada al Hospital Shriners.

Kinich en el HNO
Karen, madre de Kinich, otra menor de cuatro años y la segunda más delicada por quemaduras, señaló que su hija se encuentra grave en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña.
La madre de familia refirió que Kely, otra de sus hijas que asistió al campamento, también presentó quemaduras en las piernas y se encuentra en casa, pero debe acudir cada dos días a un hospital particular para las respectivas curaciones y tratamientos, con costos que solo ha solventado su familia.
Piden el retiro de Clave del Colegio
Las madres de familia de víctimas por quemaduras, así como de otros que fueron testigos de este hecho, pidieron el acompañamiento de las autoridades para la reparación del daño integral, por los daños físicos y psicológicos de por vida en varias niñas y niños.
Al respecto, la Fiscalía realiza las investigaciones correspondientes y aseguró el inmueble, luego de que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) colocara los sellos de suspensión de actividades hace unos días, debido a las irregularidades en las que operaba.
En la fachada del inmueble no se cuenta con un logo o razón social del Colegio, ni mucho menos con las claves que rigen a cada nivel educativo, como cada institución particular debe exhibir en su exterior de acuerdo a la normatividad de la SEP.
Del riesgo de ciclo escolar de los menores del Colegio Francoise Dolto por la suspensión de clases y el aseguramiento del inmueble, el director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Emilio Montero, aseguró ayer que “lo importante ahorita es salvaguardar la integridad”.
“Como son escuelas privadas, ya queda en la determinación de los padres de familia. No creo que se esté pensando en clases ante esta situación…es mejor perder unos días de clases en lo que cada familia toma una determinación y en lo que se deslindan responsabilidades”, expuso, luego de afirmar que se actuará con responsabilidad y prudencia, siempre actuando en el margen de la ley, sin descartar que se dé la revocación de la clave del Colegio.