Desde los cuatro años de edad, sus manos ya empezaban a moldear el barro de su pueblo natal, Santa María Atzompa, para dar forma a las artesanías. Pero las habilidades e imaginación de Enedina Vásquez la motivaron hace unos 15 años a experimentar con una hortaliza que se ha convertido en parte de la identidad de la ciudad de Oaxaca y del estado: los rábanos.
Actualmente tiene 62 años y ha cosechado diversos reconocimientos como un premio nacional de la cerámica, que obtuvo a los 16. Pero también ha logrado varios de los primeros lugares en la tradicional Noche de Rábanos, un certamen y exposición que cada 23 de diciembre congrega en el zócalo de la ciudad de Oaxaca a miles de visitantes para admirar las majestuosas obras de arte efímero, también aquellas que perduran en totomoxtle y en flor inmortal.
“Hace unos 15 años o más decidí participar y en el momento en que elegí para trabajar con el rábano para hacer la escultura Diosito me regaló la habilidad. Es totalmente diferente crear una pieza de barro a crear una de rábano”, relató en entrevista la artesana.
Con la asistencia de varias familias de participantes, este jueves se realizó en el Bosque El Tequio, en Santa Cruz Xoxocotlán, la cosecha de tubérculos para la 127 Noche de Rábanos, un certamen que aunque se cree que surgió en 1897 en realidad tuvo su primera edición 1898, según consta en un acta de premiación del 24 de diciembre de ese año en el Archivo Histórico Municipal de Oaxaca de Juárez sobre el concurso organizado por la sociedad civil e institucionalizado después por el ayuntamiento capitalino.
El certamen, a su vez, se basa en el extinto mercado de de la vigilia de Noche Buena, que se instalaba en la Plaza de Armas (ahora de La Constitución o zócalo) para la venta de pescado seco, hierbas, legumbres y todo lo necesitan. Entre los puestos destacaban los de los hortelanos de los barrios de Trinidad de las Huertas y Consolación, que adornan sus espacios con las mismas hortalizas y verduras.
Enedina Vásquez fue una de las y los participantes que con sus familias se congregaron durante la fría mañana para cosechar las rojas hortalizas sembradas por personal del gobierno estatal en estos campos. Antaño, previo al concurso y en las primeras décadas, los rábanos y demás verduras del mercado de Vigilia eran cultivados por agricultores de los barrios Trinidad de las Huertas y Consolación.
En el acto oficial previo al inicio de la cosecha, Enedina se dijo orgullosa de ser parte de este “festival tan importante en que se ha convertido la Noche de Rábanos”. Aunque también apuntó que con esto “estamos comprometiéndonos para preservar nuestras raíces, para darle identidad a nuestro pueblo”.
La cosecha de más de 14 toneladas de los tubérculos que se emplearán en la tradicional Noche de Rábanos, fue encabezada por el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez Neri, y el gobernador, Salomón Jara Cruz, así como diversos funcionarios. Fue después del acto protocolario y la cosecha simbólica de parte de las autoridades cuando las y los participantes finalmente pudieron iniciar su cosecha, cerca de las 9:00 horas.
José Antonio Aguilar y Juan Carlos Villegas fueron otros de los participantes que cosecharon los tubérculos para las creaciones que presentarán el próximo lunes y en las que buscan vincular el arte gráfico con la importancia de la alimentación en Oaxaca. “El arte también se puede hacer con alimentos”, dijeron los jóvenes que competirán por primera ocasión.
Samantha Díaz Olivera, de 14 años, participará por segunda ocasión en la categoría juvenil que se implementó en 2023. Ahora buscará crear una obra alusiva a la indumentaria tradicional de la mujer istmeña. Ella y su familia escarbaron en los surcos del Tequio para encontrar los rábanos ideales para la obra, así como otras tantas familias o grupos de amigos colaboraron en esta actividad.
El certamen de la Noche de Rábanos nació por iniciativa del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, aunque en las últimas décadas la siembra y cosecha se realiza en colaboración con el gobierno estatal, este último sumando otras actividades como un desfile al que ha llamado convite. Para esta edición, son más de 100 las y los participantes en las categorías de figuras de rábanos (tanto en las modalidades infantil, juvenil y adultos y en las categorías libre y tradicional), de totomoxtle y flor inmortal.
El concurso será, como cada año, el 23 de diciembre en la Plaza de la Constitución (zócalo) de la ciudad de Oaxaca, en donde se espera la afluencia de más de 8 mil personas.