La exposición al calor y el aumento de la presión interna del alcohol contenido en la botella desencadenó una explosión con el aire, provocando quemaduras en las y los menores que se encontraban alrededor de la fogata aproximadamente a las 22:00 horas, relataron padres de familia de los niños quemados en el colegio Colegio Francoise Dolto, de la calle de Berriózabal.
Los padres relataron que los encargados del plantel tardaron al menos dos horas para que se diera aviso y se atendiera a los menores afectados. A partir de la medianoche profesores y directivos empezaron a contactar con las madres y padres de familia, al mismo tiempo que trasladaban a los menores más graves al Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”.
En conferencia de prensa, un grupo de madres de familia afirmó que en el Campamento participaron al menos 15 estudiantes de diferentes grados y 20 adultos, entre docentes, personal administrativo, directivos y de intendencia.
Pese a la petición de algunas madres de participar en el Campamento nocturno, personal del Colegio se negó como en otras actividades previas, garantizándoles seguridad y constante vigilancia a las y los menores participantes.
Las madres de familia coincidieron que solo tienen la versión de lo que sucedió esa noche por los testimonios de las víctimas y los menores presentes, pero a la fecha ningún directivo, profesor o intendente ha querido hablar de esta tragedia que mantiene internada a Kinich en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña en estado grave, así como a Kazumi en terapia intensiva el Hospital Shriners en Galveston, Texas.
Ninguna de las 20 personas adultas que estuvieron en el campamento han dado la cara a las madres y padres de familia, excepto la hija de la directora del Colegio, quien se vio presionada a acercarse días después de lo sucedido, sin dar resultados satisfactorios.
Las madres de familia señalaron que los directivos y profesores no llamaron a emergencias de manera inmediata y mantuvieron a los menores en los salones por casi dos horas, hasta que decidieron llamar a los familiares y trasladar a los heridos al Hospital Civil.
Del médico del Colegio, quien debió estar durante el campamento, se desconoce a la fecha cuál fue su actuación en apoyo a las y los menores que fueron afectados con las llamas y otros más que tuvieron crisis nerviosas.