Desde la medianoche de este miércoles los feligreses arribaron a la Basílica Menor que se ubica a un costado de la Plaza de la Danza para celebrar la festividad de la Virgen de la Soledad, considerada como la Reina y Patrona de Oaxaca.
La fiesta inició con las tradicionales mañanitas en punto de las 0:00 horas, mientras a las 04:00 horas se llevó a cabo la hermandad de los estandartes religiosos y a partir de las 05:00 horas iniciaron las ceremonias eucarísticas.
“Nosotros llegamos desde ayer a las 10 de la noche, primero nos dimos una vuelta por la feria, disfrutamos de unas tlayudas y luego nos venimos a ver la quema del castillo, este es nuestro compromiso de cada año, venir en familia a celebrar el cumpleaños de nuestra patrona”, señaló don Juan Hernández, vecino de la agencia municipal de San Martín Mexicapan.
En medio de la multitud que abarrotó la misa de las 12:00 que encabezó el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, el creyente tomó su imagen de la Virgen de la Soledad y se encaminó al pie del altar para bendecirla al igual que sus veladoras y flores.
“Las flores y las veladoras se quedan en la Basílica, la imagen nos las llevamos a la casa porque ella es quien nos da salud y bienestar para toda la familia, todo se tiene que hacer con mucha fe y con mucho amor por nuestra madre”, señaló el ciudadano.
En el transcurso del día también llegaron en peregrinación y en calenda varios grupos de comerciantes tanto de mercados públicos como de la iniciativa privada, así como transportistas e iglesias de la Zona Metropolitana.
A comparación con otros años, ante los miles de creyentes que abarrotaron el templo, decenas de feligreses se conformaron con escuchar la misa desde la explanada en medio de las inclemencias del clima, por lo que algunas personas sufrieron los impactos de los rayos solares.
Desde el altar principal, el Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos, encabezó la ceremonia eucarística pues desde hace 404 años se venera a la Virgen de la Soledad en este Santuario ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.
“Hoy, de nuevo, quienes vivimos en Oaxaca nos trasladamos hasta este Santuario para contemplar a nuestra Madre del Cielo en su advocación de Nuestra Señora de la Soledad. Desde hace 404 años está esta imagen a la veneración. Desde hace 404 años que un oaxaqueño y otro oaxaqueño vienen y la contemplan y tal vez sólo le dicen: aquí estoy, Madre de la Soledad. Aquí estoy y te vengo a decir que a veces me siento solo, me siento solo, me siento necesitado de amor, de ternura. Siento necesidad de todo eso”.
En ello, también exhortó a los feligreses a promover la unión y la unidad familiar, a vivir como hermanos. “Tenemos que vivir de verdad como hermanos, como familia de los hijos de Dios”.
Además, pidió a los representantes de los sacerdotes jesuitas buscar la manera en que puedan permanecer en la ciudad de Oaxaca, esto luego de haber anunciado su retiro a partir del 20 de diciembre.
“Madre de la Soledad, hay muchos pueblos de nuestra Arquidiócesis que no tienen sacerdote. Madre de la Soledad, mis hermanos sacerdotes están solitos atendiendo a muchas comunidades, despierta en los jóvenes las vocaciones a la vida sacerdotal y a la vida religiosa. Pero también he venido a decirle: alcánzanos una gracia y te la pido desde este corazón de Obispo, que no se vayan mis hermanos jesuitas, se lo pido a Nuestra Señora de la Soledad, yo los necesito mucho”.
“Aquí están dos de ellos, no depende el quedarse, no depende de ellos, depende de sus superiores y de las necesidades que tienen en otros lugares, pero yo he venido a decirle, con grande fe y confianza, que no se vayan, que puedan encontrar solución dejando a mis hermanos jesuitas aquí, en Oaxaca, que puedan encontrar solución a todas sus necesidades que tienen, pero que no nos dejen solos, sin su presencia”, exclamó.