Armando Manzanero revive a la balada y el bolero
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

En Escena

Armando Manzanero revive a la balada y el bolero

La noche del sábado, el cantautor, pianista y productor yucateco recordó los éxitos que han marcado una carrera de varias décadas


Inolvidable, el bolero escrito por el pianista cubano Julio Gutiérrez en 1944, fue uno de los temas elegidos por Armando Manzanero (Yucatán, 1935) para abrir el concierto del sábado. El tema que marcó al género en Cuba, lo ha sido también en la carrera del cantautor y productor que a sus 82 años reunió a miles en el auditorio Guelaguetza.
“Dios quiera que tenga yo esa afluencia que tiene ese espectáculo tan maravilloso que es la Guelaguetza”, decía el cantautor la semana pasada, en una entrevista concedida a este medio.

El recinto no tuvo la afluencia que consiguieron los conciertos de Rock en tu idioma, Los Ángeles Azules o Lila Downs, pero sin duda rebasó en creces la estimada para el teatro Macedonio Alcalá, donde inicialmente estaba prevista su actuación.

Del bolero a la balada, Manzanero impregnó de sentimientos a cada canción, a cada acorde y –por supuesto- al público que entre risas, abrazos y demás muestras de afecto disfrutaba de la noche.

Como los demás recitales de la semana, el suyo no se salvó de los problemas por la sobreventa de boletos. Y sumado a eso, en más de una ocasión se notaron fallas en el audio. Pero “así es la vida”, se decía Manzanero a sí mismo, y a los asistentes que se tomaban con humor cada comentario y anécdota del artista.

“Si algo sabe nuestro pueblo, es cantar” dijo en un momento el autor de más de 50 éxitos que se desprenden de las cientos de canciones escritas desde su juventud. Y es que a su voz, consiguió sumar la del público.

Temas icónicos como Somos novios, Contigo aprendí y Esta tarde vi llover, que también interpretó en su debut en Cuba, el pasado 15 de julio, formaron parte del repertorio que duró hora y media.

De la telenovela “Mirada de mujer”, Armando Manzanero y su invitada, la cantante Aranza, rescataron el tema “Dime”. También volvieron a los años 90, cuando el compositor prestó su canción “Nada personal” para la telenovela homónima (en una interpretación junto a Lisset).

Armando Manzanero agradeció a los oaxaqueños por la oportunidad de estar en el auditorio Guelaguetza. Con los asistentes, logró conectar como las letras de sus canciones con las vidas de muchos.

El pianista consumado agradeció las bondades del instrumento que ha sido su eterno compañero, de aquel señor de teclas al que –bromeando- externó su gusto porque aun con su estatura le dejaba ver ante el público.

En solitario, Aranza cantó A la que vive contigo y agradeció la inclusión en el recital del maestro Manzanero, con quien ha trabajado en varias ocasiones. “Para todos aquellos que saben amar sin reservas, Manzanero les vuelve a recordar que para amar hay que hacer lo que sea” expresó la cantante previo al tema Lo que sea, uno de los más recientes del compositor y que ella incluyó en su último disco.

En otro momento de la noche, el ganador de un Grammy Latino se tomó un descanso y en él dar la oportunidad a otro de sus invitados, el cantautor Gil Rivera. Este, al ritmo de danzón y acompañado del grupo Danzoneros de Oaxaca compartió su versión (con letra propia) de la obra del zaachileño Amador Pérez Torres “Dimas”. Rivera también cantó Amigo bronco, una canción de su autoría.

Al final, los tres unieron sus voces y con ello marcaron la velada que no estuvo completa sin los temas Voy a apagar la luz y Por debajo de la mesa. Tampoco sin Felicidad, lanzado en 1967.

En este concierto, Manzanero dio cuenta de que sus canciones han nacido para ser eternas, porque ya sea en su voz o en la de otros, en español o en inglés (como la versión que del tema Somos novios Elvis Presley) están llamadas a la permanencia. No en vano expresaba hace días que una buena composición es aquella que se canta hoy, mañana y siempre.

Ya lo decía Carlos Monsiváis hace varios años (en 1997), “que el sitio de Manzanero lo ocupa irrefutablemente Manzanero”. Y lo decía pasadas tres décadas después de los inicios del yucateco. Ahora, a 50 años, las palabras del escritor resurgen para hablar de quien sigue en el gusto del público, uno que puede ser de 16 años, de 30 y tantos o -como su ídolo- de varias décadas de vida y de experiencia.