A pesar de las políticas migratorias de gobierno de Donald Trump, en Estados Unidos aumenta la demanda de trabajadores temporales y campesinos procedentes de México.
Una muestra de ello es que en los primeros nueve meses del año fiscal 2017, que comenzó el pasado 1 de octubre, el Departamento del Trabajo estadunidense certificó a más de 160 mil trabajadores temporales, la mayor parte desde México, para cosechar en el campo estadunidense bajo la ley H-2A, un programa de visas agrícolas.
Esa cantidad representó un aumento de 20 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior.
Además, la emisión anual de visas H-2A, un documento del que Washington no limita el número de emisiones, casi se duplicó desde el año fiscal 2012, debido a que pasó de 85 mil 248 a 165 mil 741 en 2016.
Desde hace algunos años, agricultores estadunidenses expresan su preocupación por la escasez de mano de obra.
Esa protesta a menudo está emparejada con quejas sobre el programa de visas H-2A, debido a que muchos estiman que requiere demasiada burocracia, resulta costoso y toma demasiado tiempo.
Esta iniciativa requiere que los empleadores paguen comida, vivienda y transporte a los trabajadores temporales. a pesar de las molestias, la mayoría de los estadunidenses del sector consideran que resulta crucial para la industria agrícola del país.
Por su parte, el gobierno mexicano argumenta que los programas de trabajadores huéspedes ayudan a desalentar el paso de indocumentados.
