A raíz de que el conflicto entre Rusia y Ucrania se tornó como el posible inicio de una guerra de corte internacional, diversas personas han retomado la definición de un crimen de lesa humanidad que atenta contra la vida de un determinado grupo de personas, el cual, en esta ocasión te diremos en qué consiste, cuáles son sus orígenes y en qué ocasiones el mundo ha sido testigo de él.
El término “genocidio” fue acuñado por Raphael Lemkin entre 1943 y 1944; deviene de la palabra griega genos, que significa “grupo familiar”, y del sufijo cida o cidio, que proviene del latín y significa “que mata o extermina”.
Lemkin, quien era un abogado judío-polaco, utilizó la palabra genocidio para calificar las atrocidades cometidas por el régimen nazi en contra de millones de judíos y gitanos.
Así, aunque la intención de destruir pueblos enteros en razón de sus creencias y raza, se ha podido apreciar desde la antigüedad, fue 1948 que este crimen se definió por primera vez de manera formal. El texto en el cual reza la primera definición de genocidio es en la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, aunque más tarde también aparecería tipificado en los estatutos de los tribunales penales internacionales formados en Yugoslavia y en Ruanda.
Entonces ¿qué es el genocidio?
El artículo 2 de la citada convención estipula que se entiende por genocidio los actos perpetrados con intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, tales como: la matanza de los miembros de un grupo; la lesión grave a la integridad física o mental de los miembros de un grupo; el sometimiento intencional del grupo a condiciones que acarren su destrucción total o parcial; medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo y el traslado por fuerza de niños de un grupo a otro.
Por lo tanto, el genocidio deriva en un conjunto de acciones planificadas y coordinadas que tienen el objetivo de exterminar o lesionar mental y físicamente a un determinado grupo étnico, religioso o nacional.
El ejemplo más claro de este crimen es el Holocausto, cuando el régimen nazi, comandado por Adolf Hitler, intentó exterminar a la población judía del continente europeo.
Otro sonado caso de genocidio fue el que ocurrió en Guatemala entre 1981 y 1983, donde cerca de 200 mil personas fueron asesinadas. Sin embargo, fue hasta el 2013 que se condenó al exjefe de Estado, José Efraín Ríos Montt, por crímenes de lesa humanidad y genocidio contra el poblado maya de Ixil.
Aunque un ejemplo más contemporáneo lo tenemos en el llamado “genocidio de Ruanda”, en el cual se trató de exterminar a la población Tutsi por parte del gobierno hegemónico Hutu de Ruanda entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994.
