Un sorprendente hallazgo en el mundo marino ha dejado perplejos a los científicos: un diminuto pez de poco más de un centímetro de tamaño es capaz de producir sonidos que alcanzan hasta unos 140 decibeles, una potencia comparable al estruendo generado por el despegue de un avión. Este revelador descubrimiento ha sido detallado en un estudio publicado recientemente en la revista PNAS.
El protagonista de este estudio es el Danionella cerebrum, un pequeño pez transparente originario de las aguas poco profundas de Myanmar. Los investigadores han descubierto que este pez posee un sistema de generación de sonidos único, el cual le permite comunicarse con otros ejemplares en aguas turbias.
El estudio, que empleó una combinación de videos de alta velocidad, tomografías microcomputadas, análisis de expresión génica y métodos matemáticos, reveló que los machos de esta especie utilizan un sistema de sonido compuesto por un cartílago de tambor, una costilla especial y un músculo resistente a la fatiga.
El coautor del estudio, Ralf Britz, de la Colección de Historia Natural Senckenberg de Dresde, explica que este pez puede generar sonidos de más de 140 decibeles a una distancia de 10 a 12 milímetros, una capacidad extraordinaria para un animal de su tamaño. Este sistema único acelera el cartílago tambor con una fuerza considerable y lo dispara contra la vejiga natatoria para producir un impulso rápido y sonoro.
Los expertos sugieren que estos peces utilizan estos fuertes sonidos para comunicarse en un entorno visualmente restringido, como aguas turbias, y que la competencia entre los machos en dicho entorno pudo haber contribuido al desarrollo de este mecanismo especial.
Aunque hay otros animales ruidosos en el reino animal, como el camarón mordedor o el kakapo no volador, el pez D. cerebrum destaca por su singular capacidad sonora. Este hallazgo amplía nuestro conocimiento sobre la locomoción animal y destaca la diversidad de mecanismos de propulsión en diferentes especies, contribuyendo así a una comprensión más amplia de la biología y la biomecánica evolutiva, concluyen los expertos.
