NIAMEY.
Unas cuarenta gacelas dorcas, una especie en peligro de extinción, fueron muertas por cazadores furtivos en la reserva natural de Termit y Tin Tuma, en Níger, anunciaron este martes los servicios de Medio Ambiente.
Se trata de la peor masacre perpetrada en la reserva. Antes, era a pequeña escala, una gacela por aquí, otra por allá. Pero, esta vez mataron a unas 40 gacelas dorcas”, denunció Mamane Hamidu, director regional de Medio Ambiente de la región de Zinder (centro-sur de Níger), donde se encuentra parte de la reserva, una de las más importantes de África.
Cuatro cazadores furtivos, todos pobladores de la zona de la reserva, fueron detenidos y encarcelados, después que los guardias forestales fueran alertados de su presencia por miembros de la comunidad local, que trabajan en el lugar, añadió Hamidu.
Los cazadores se enfrentan a penas de entre dos meses y dos años de prisión y a una multa de hasta un millón de francos CFA (unos mil 500 euros, casi mil 700 dólares).
Los restos de los animales fueron incautados en una vasta operación.
Los cazadores furtivos “ahumaron la carne de las gacelas, y por la forma en que la prepararon estaba con seguridad destinada a la exportación”, destacó el funcionario.
El lunes de noche, la televisión pública nigerina mostró imágenes de todo lo incautado: 28 cabezas de gacela, varios cadáveres, una importante cantidad de carne, así como diez piezas de cuero y cuatro motocicletas.
Solicito a la justicia que aplique todo el rigor de la ley, no se deben hacer concesiones ante este tipo de actos”, indicó el gobernador de Zinder, Issa Mussa.
La gacela dorca, con un manto leonado pálido y vientre blanco, vive sobre todo en el Sahara, y es perseguida por su carne o para ser vendida como mascotas ornamentales para los jardines de mansiones. En Niamey una gacela dorca puede valer más de 900 euros.
