Combaten el calor antiguos “captadores de viento” de Irán
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Combaten el calor antiguos “captadores de viento” de Irán

La ciudad de Yazd se adapta a las altas temperaturas gracias a sus captadores de viento, un método de refrigeración inventado hace más de dos mil 500 años


Combaten el calor antiguos “captadores de viento” de Irán | El Imparcial de Oaxaca
"Badguirs", antiguos captadores de viento

Los “captadores de viento” (Badguirs), son torres que parecen chimeneas alargadas de cuatro lados, que, además, presentan grandes hendiduras verticales y varios conductos en su interior. Se encuentran ubicados en Yazd, Irán, una de las ciudades más cálidas del mundo y corresponden a un método de refrigeración que se inventó hace más de dos mil 500 años, cuando el imperio persa dominaba en Oriente Medio.

Estas grandes torres “dejan entrar el menor soplo de aire fresco dentro de la vivienda, en tanto el aire cálido, bajo presión, se ve obligado a salir”, explica el Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano (NCC).

Abdolmajid Shakeri, responsable del Ministerio de Patrimonio para la provincia de Yazd, comparte que “los bad­guirs ju­ga­ron un pa­pel esen­cial en la pros­pe­ri­dad de la ciu­dad. Du­ran­te si­glos, an­tes de que se in­ven­ta­ra la elec­tri­ci­dad, per­mi­tie­ron re­fres­car las vi­vien­das. Gra­cias a ellos, la gen­te vi­vía có­mo­da­men­te”.

Este antiguo método de refrigeración es “totalmente limpio pues no utiliza ni electricidad ni materiales contaminantes”, aseguró Majid Oloumi, director del jardín Dowlat-Abad.

Los “captadores de viento” sirven como inspiración arquitectónica y “de­mues­tran que la sim­pli­ci­dad pue­de ser un atri­bu­to esen­cial de la sos­te­ni­bi­li­dad, des­min­tien­do la idea exten­di­da de que las so­lu­cio­nes sos­te­ni­bles tie­nen que ser ne­ce­sa­ria­men­te com­ple­jas o de alta tec­no­lo­gía” según lo comparte el arquitecto fran­co-ira­ní Ro­land Dehghan Ka­ma­ra­ji.

Sin embargo, el estancamiento de muchos proyectos de arquitectura bioclimática sucede porque se privilegia el uso de materiales que requieren un fuerte consumo de energías fósiles. Debido a las “exigencias económicas y las normas establecidas por la industria”, subraya Kamaraji.


aa

 

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