En los destinos turísticos de San Agustinillo y Agua Blanca, se registraron afectaciones significativas en viviendas, restaurantes y estructuras ligeras. El fenómeno meteorológico ocasionó la desaparición de una caseta de salvavidas, que fue arrastrada por la fuerza del mar. Otra caseta similar estuvo a punto de colapsar, pero logró resistir debido a su mejor cimentación y a que fue asegurada oportunamente.
También se reportó la caída de árboles en la parte trasera de la casa de salud y sobre un arroyo, lo que ha afectado el tránsito y representa un riesgo para la seguridad en la zona.
En diversas áreas se observan ramas, árboles derribados y deslaves menores, especialmente en caminos que conectan a comunidades costeras. Aunque los daños han sido principalmente materiales, la situación ha generado complicaciones para prestadores de servicios turísticos y habitantes locales.
Las playas permanecen cerradas y se exhorta a la población a mantener precauciones, ya que se mantiene la alerta por marejadas y posibles desprendimientos.