Extranjera amarrada por vecinos tras cometer destrozos
La mujer fuera de sí dañó cristales de vehículos y trató de golpear a personas en Puerto Escondido; señalan sufre de sus facultades mentales
Una mujer de origen extranjero, aparentemente afectada por problemas mentales, desató momentos de caos al realizar actos vandálicos en la vía pública, incluyendo la destrucción de cristales de vehículos. Vecinos de la zona, alarmados por su comportamiento, lograron someterla y atarla para evitar mayores daños.
La situación se agravó después de que un video de los incidentes circuló en redes sociales, confirmando que la misma persona ha protagonizado comportamientos similares en otros municipios. Según cibernautas, se presume que la mujer podría estar sufriendo de trastornos mentales, y la falta de intervención de las autoridades hasta el momento ha generado preocupación entre los residentes.
Se ha confirmado que la mujer ha sido vista en otros lugares, como Río Grande y Pinotepa, donde también ha protagonizado episodios violentos. A pesar de las sospechas iniciales de estar bajo la influencia de drogas, se ha corroborado que la raíz del problema podría ser de índole mental.
“No es la primera denuncia ciudadana acerca de esa mujer. No sé si por su nacionalidad extranjera. Le están permitiendo tanto atropello… 🙄🙄 De verdad ya hagan algo…”, “¿No es la misma q andaba ace poco en riogrande?”, “es la misma”, “si es la mism”, “Creo que deberían deportarla a su país para su rehabilitación”, “si es mejor qué se la lleven a su pais ellos tienes mas posibilidades para qué la ayuden”, “Ella nesecita ayuda”, “Así hizo en Pinotepa” (Sic.), fueron algunos los cometarios.
La comunidad hace un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que intervengan en este caso y brinden la ayuda necesaria. Además, se sugiere que se contacte con la familia de la mujer o el consulado de su país de origen para coordinar la atención necesaria y, de ser posible, facilitar su regreso a su lugar de origen.
La falta de acción frente a esta situación representa un riesgo potencial para la seguridad pública, ya que la mujer podría representar un peligro para sí misma y para otros, especialmente niños o adultos mayores. La colaboración entre las autoridades locales y la comunidad es esencial para abordar de manera efectiva esta situación delicada.
Con información de Miguel Gutiérrez
