Datos recientes proporcionados por el observatorio Copernicus de la Unión Europea, ponen en alerta al mundo, al considerar el mes de enero de 2025 como el más cálido de la historia. Este histórico aumento de temperaturas ha batido el récord establecido el año anterior, marcando un incremento de 1.75°C respecto al mismo mes de la era preindustrial, a pesar de la presencia de La Niña, un fenómeno climático conocido por su efecto de enfriamiento global.
¿POR QUÉ LA TEMPERATURA SIGUE EN AUMENTO?
Aunque se esperaba que el cambio hacia La Niña provocara un enfriamiento temporal, el calor ha permanecido en niveles récord o casi récord, desafiando las previsiones de los científicos.
A decir de Julien Nicolas, científico de Copernicus, el efecto de enfriamiento que normalmente ocurre con La Niña no se ha materializado como se esperaba, lo que genera incertidumbre entre los expertos sobre otros factores que podrían estar impulsando este calentamiento extremo.
EL IMPACTO DE LAS EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO
Este aumento de temperatura coincide con el creciente nivel de emisiones de gases de efecto invernadero, causadas principalmente por actividades humanas.
Aunque los científicos pensaron que después de un evento de El Niño cálido en 2024 las condiciones comenzarían a enfriarse, el calor persiste, lo que pone en duda la capacidad de los fenómenos climáticos naturales para contrarrestar el calentamiento global inducido por el hombre.
CALIDEZ DE LOS OCÉANOS Y EL IMPACTO EN EL CLIMA
El calor en los océanos es un factor clave en este escenario. Durante 2023 y 2024, las temperaturas oceánicas fueron excepcionalmente altas, y en enero de 2025 se registraron las segundas temperaturas más altas en la historia.
El océano, que cubre dos tercios del planeta, juega un papel fundamental como regulador climático y sumidero de carbono, almacenando el 90% del calor excesivo atrapado por los gases de efecto invernadero. Las aguas más frías pueden absorber más calor, ayudando a reducir las temperaturas en la atmósfera, pero este mecanismo podría estar perdiendo efectividad debido al aumento del calor.
EL RETO DE MANTENER EL OBJETIVO DEL ACUERDO DE PARÍS
El año pasado, 2024, y el 2023 marcaron una nueva era climática, con las temperaturas promedio globales superando los 1.5°C por primera vez desde el comienzo de la Revolución Industrial. Aunque no se ha superado el umbral establecido por el Acuerdo Climático de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C para evitar consecuencias catastróficas, los científicos advierten que cada fracción de grado adicional intensifica los eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías y lluvias torrenciales.
¿QUÉ NOS DEPARA 2025?
Aunque 2025 no se espera que supere a los dos años anteriores en términos de temperatura global, los científicos predicen que será el tercer año más caluroso registrado.
Mientras tanto, Copernicus continuará monitoreando de cerca las temperaturas oceánicas durante este año, ya que las condiciones oceánicas podrían proporcionar información clave sobre la dirección futura del clima global.
El aumento de las temperaturas en el océano y en la atmósfera podría ser una señal de que el planeta se enfrenta a cambios climáticos extremos que podrían intensificarse en las próximas décadas, alertando sobre la necesidad urgente de tomar medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del calentamiento global.
EL FUTURO DEL CLIMA: UN RETO GLOBAL
La tendencia actual del calentamiento global y el impacto de fenómenos como La Niña siguen siendo temas clave en la ciencia del clima, y los expertos advierten que la lucha por frenar el cambio climático debe ser una prioridad global. La capacidad del planeta para absorber calor y la persistencia de temperaturas elevadas en los océanos son factores que podrían alterar las predicciones futuras, dejando claro que el desafío de frenar el calentamiento global nunca ha sido tan urgente.