Aunque la Tierra no está en peligro, recientes observaciones de la NASA han detectado un aumento en la probabilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 contra la Luna, con una posible colisión proyectada para el 22 de diciembre de 2032.
¿QUÉ TAN GRANDE ES EL ASTEROIDE 2024 YR4?
El asteroide 2024 YR4, recientemente estudiado con más detalle gracias al Telescopio Espacial James Webb, tiene un diámetro estimado entre 53 y 67 metros, lo que lo clasifica como un “asesino de ciudades”. Esta categoría se refiere a cuerpos espaciales con el potencial de causar daños catastróficos a nivel urbano si impactaran la Tierra.
Para dimensionarlo mejor: el asteroide tiene un tamaño comparable al de un edificio de 10 a 15 pisos.
PROBABILIDAD DE IMPACTO CONTRA LA LUNA AUMENTA
Las nuevas estimaciones revelan una probabilidad de impacto de entre 3.8% y 4.3%, un aumento significativo respecto a las predicciones iniciales, que oscilaban entre 0.3% y 2%. Aunque sigue siendo una posibilidad baja, este incremento ha llamado la atención de la comunidad científica internacional.
¿QUÉ PASARÍA SI 2024 YR4 IMPACTA LA LUNA?
De producirse el impacto, se generarían las siguientes consecuencias:
- Formación de un nuevo cráter lunar
- Liberación de energía comparable a varias bombas atómicas
- Eyecta de fragmentos lunares al espacio
A pesar de lo anterior, la NASA asegura que no habría consecuencias directas para la Tierra. En un escenario extremo, pequeños fragmentos expulsados podrían llegar a nuestro planeta, pero lo harían dentro de cientos o miles de años, y probablemente se desintegrarían en la atmósfera terrestre.
OBSERVACIONES FUTURAS Y TECNOLOGÍA CLAVE
El asteroide será difícil de rastrear después de junio de 2025, aunque volverá a ser observable en 2026 y 2028, lo que permitirá realizar nuevas mediciones. Además, la NASA utilizará el telescopio NEO Surveyor en 2027 para mejorar la precisión en el seguimiento de objetos cercanos a la Tierra, como el 2024 YR4.
Si bien no representa un peligro para la vida en la Tierra, el asteroide 2024 YR4 sigue siendo objeto de vigilancia científica, y su posible colisión con la Luna en 2032 será uno de los eventos astronómicos más observados de la próxima década.