Más de un millón de terremotos golpean la Tierra cada año
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Más de un millón de terremotos golpean la Tierra cada año

Si observamos los terremotos de cualquier tamaño en todo el planeta, podemos ver que son extremadamente frecuentes.


Más de un millón de terremotos golpean la Tierra cada año | El Imparcial de Oaxaca

Un terremoto puede ser definido como un temblor en la tierra causado por ondas moviéndose causando: fallas de la superficie, tremores vibratorios, licuefacción, derrumbes, temblores y/o tsunamis.

Los terremotos son muy difíciles de predecir e imposibles de prevenir. También pueden desencadenar otras catástrofes naturales, como tsunamis y corrimientos de tierra. Trágicamente, los terremotos suelen producirse en los países menos preparados para hacer frente a estas catástrofes.

Si observamos los terremotos de cualquier tamaño en todo el planeta, podemos ver que son extremadamente frecuentes. Más de 100.000 temblores son sentidos por el ser humano cada año en alguna parte del mundo, es decir, unos 300 al día. Pero la mayoría no son más que simples temblores sin ningún otro efecto. Y si sumamos los que solo pueden ser registrados por nuestros instrumentos, los sismógrafos, pero que son tan pequeños que nadie puede sentirlos, esta cifra se eleva a más de un millón de temblores registrados anualmente.

Según el Servicio de Inspección Geológica de Estados Unidos (USGS), los registros muestran que desde 1900 ha habido cada año en el mundo unos 18 terremotos “importantes” (con una magnitud de entre 7,0 y 7,9) y un “gran” terremoto (de magnitud 8.0 o mayor).

“No ha habido más terremotos en el mundo”, le dijo a BBC Ciencia el profesor Francisco Vidal Sánchez, sismólogo.”Los terremotos son procesos condicionados en el tiempo en cada zona y si vemos la distribución a escala global podríamos considerarlos como un proceso aleatorio”. Explica Vidal.

Lo que sí es un hecho, afirman los expertos, es que estos fenómenos son cada vez más devastadores, pero no porque la Tierra se sacuda más, sino por el incremento en la densidad de población que vive en las zonas de riesgo. Es decir, la percepción de que estos fenómenos están en aumento y que cada vez son más destructores se debe a que el público sólo se entera de los terremotos que devastan a zonas pobladas.

Entre los terremotos más fuertes del siglo XXI podemos mencionar en primer lugar al de Indonesia en 2004. Hasta ahora, el peor terremoto del siglo XXI. Tuvo lugar el 26 de diciembre de 2004. El epicentro del seísmo estuvo en el Océano Índico. Sin embargo, no fue el terremoto lo que causó la muerte de 227.898 personas, sino el enorme tsunami que lo siguió. El terremoto tuvo una magnitud de 9,1 en la escala de Richter, uno de los más fuertes registrados. Desencadenó un enorme tsunami que golpeó las costas desde Indonesia, en el sudeste asiático, hasta la costa oriental de África.

Tan solo seis años después llegó el terremoto de Haití, el 12 de enero de 2010. El epicentro del terremoto se situó a sólo 25 kilómetros al suroeste de la capital y mayor ciudad del país, Puerto Príncipe. Fue el terremoto más fuerte que ha afectado al país desde el siglo XVIII. Al temblor inicial le siguieron fuertes réplicas. Cuando todo terminó, al menos 160.000 personas habían muerto, y algunas estimaciones eran incluso superiores.

Nepal es un pequeño país intercalado entre India en el sur y China en el norte. El 25 de abril de 2015, un terremoto de 7,8 grados se produjo cerca de la capital del país, Katmandú, y causó la muerte de 8.964 personas y miles de heridos. El seísmo también provocó una avalancha en el monte Everest que mató a 19 escaladores y dejó varados a otros cientos. Más de 600.000 estructuras de la capital resultaron dañadas o destruidas. Los daños iniciales del terremoto se estimaron entre 5.000 y 10.000 millones de dólares.

Y para cerrar esta breve lista de tres llegamos al 28 de septiembre de 2018. El epicentro se situó en las aguas de la isla indonesia de Sulawesi, a 48 millas (77 km) al norte de Palu, en la que viven unas 330.000 personas. El seísmo provocó un tsunami de tres metros de altura que afectó a las zonas costeras del oeste de Sulawesi Central (provincia indonesia), incluidas Palu y Donggala, con una población de 275.000 habitantes. El balance final de la catástrofe es de 4.340 muertos. Otras 60.000 personas perdieron sus hogares. Se calcula que 3 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población de Haití, se vieron afectadas por el terremoto.

Las estadísticas no han variado, y no hay más grandes terremotos hoy que en el pasado. Pero los grandes avances en las comunicaciones globales han traído un cambio significativo que puede haber influido en esa percepción. Hoy, las noticias de estos grandes eventos sísmicos y sus devastadores efectos llegan a más personas más rápido. Podemos incluso rastrear la actividad sísmica en cualquier rincón del planeta casi en tiempo real usando las redes sociales.

La población mundial sigue creciendo, y lo hace también en áreas sísmicamente activas. Es por ello que si bien la frecuencia de los sismos no ha variado, su impacto social, político y económico ciertamente ha aumentado.