Verónica Leyva o Vero Leyva, como se le conoce artísticamente, nace en el Estado de México, pero es hija de padres oaxaqueños, quienes, años después, regresan a su tierra cuando la niña había cumplido cuatro años de edad. Realizó sus estudios primarios, secundarios y preparatorios en el estado, y una vez terminado el bachillerato, se inscribió en la Facultad de Bellas Artes, dependiente de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), para estudiar artes plásticas; posteriormente, se decantó por la especialidad del grabado.
Una vez que culminó sus estudios, logró obtener experiencia al participar en varias exposiciones colectivas en distintas partes de la ciudad de Oaxaca, como el Instituto Tecnológico; además, expuso en ciudades como Guadalajara, Jalisco. También participó en exposiciones itinerantes como Reciclarte Pascual y, de igual manera, en instituciones educativas o escuelas secundarias para despertar el talento de los jóvenes, a quienes pudiera interesar el arte.
Después de un tiempo de respiro, en el 2014 trabajó en el Taller de Artes Gráficas de esta ciudad; además de laborar de forma individual por querer dar a conocer su trabajo, el cual se centra en diferentes elementos como los animales, el paisaje, principalmente seres de la naturaleza, los cuales retoma y transforma desde un punto de vista fantástico, creando una narrativa donde intenta exaltar la importancia terrestre, es decir, la misma naturaleza con elementos diferentes.
Lo anterior es algo que la distingue como artista, ya que va transformando —desde su punto de vista— y recreando su mirada a través del uso de la experimentación y creatividad. Aplica los conocimientos y técnicas adquiridas con materiales que va transformando debido a una constante búsqueda que le permita potencializar sus habilidades, sus sueños, los cuales transmiten sus sentimientos, emociones, sensaciones y color.
Creatividad
Verónica ha trabajado técnicas como el grabado, el óleo y la acuarela, con las cuales busca llevar un mensaje al espectador, es decir, establecer una comunicación en la cual se pueda interpretar su obra. Por eso el sentimiento de Leyva es espiritual y con un texto simple, sencillo y limpio. Su trabajo no necesita una dirección sino una comunicación con el espectador, quien puede sugerir si gusta, pero si esto no sucede es porque hay aceptación de la obra.
Crítica
Vero Leyva es una gran artista. Sabe enfocar los rasgos, las líneas por dirección propia o por entusiasmo creativo, y estéticamente hablando sabe lo que quiere, va lenta pero segura. Reconoce que este trabajo es de lucha, y siempre busca una mejoría constante en las técnicas adquiridas, las que nos muestra con interés de llegar al pensamiento público; de esta manera, es llamativa y no tradicionalista.
Este camino la va llevando a un triunfo de trascendencia, porque nunca es bueno quedarse en un solo lugar con la ansiedad estática, sino más bien buscar la salida donde se dé a conocer la obra plástica; hay mucho por trabajar, no sólo en el óleo, el grabado sino la pintura de colores tersos, para consolidar el respectivo propósito que deseamos para ella, donde obtenga la mayor satisfacción de su trabajo.
En lo personal me fascina su obra, pero tal vez soy exigente y quiero más creaciones no repetitivas como los temas tradicionalistas, a esos hay que darles la vuelta para no caer en los mismos trazos. Mi exhortación es la constancia en el trabajo para ser más interesante en la obra única.
