Las mujeres suelen estar en función de los demás, muy pocas veces en función de sí mismas, piensa Miriam Ladrón de Guevara, quien considera relevante que sean las propias mujeres quienes valoren su salud. Asimismo, que es necesaria la prevención para evitar problemas de salud, ya sea desde las instituciones, autoridades y la sociedad misma.
Miriam Ladrón es una artista que desde su obra intenta voltear hacia las situaciones que viven las mujeres, a fin de exigir respeto por sus aportes en la sociedad y no asumir como normal la violencia y la invisibilización.
“Tenemos que estar mucho más enfocadas en nosotras, porque debe ser hasta más de ego, porque si no están bien tú, no está bien el resto de tu familia”, expresa.
Si las preocupaciones de muchas mujeres es que estén bien sus familias, parejas o demás personas que les rodena, primero deben estar bien ellas en la salud física y mental para que “todo fluya” y la energía no se estanque, comenta.
Y es que se ha percatado que “luego no habla la mujer, va al médico a escondidas o le da pena; no entiendo ¿por qué? Pero es algo normal que tienes que ir a revisiones y hacerte exámenes y es por el bien, si quieres verlo así, de la familia”.
Constante, la reflexión de género
La artista, quien en su obra y vida ha llevado a la reflexión diversos temas en torno a las mujeres y la conciencia por ello, señala que la salud de las mujeres es algo que debe considerarse muy importante, principalmente por ellas mismas.
Hace aproximadamente 15 años, como parte del colectivo Situaciones a la Mexicana, trabajó varios temas sobre las mujeres, como la violencia hacia ellas y el cáncer cervicouterino.
“Trabajábamos mucho el tema de género, enfocado en la mujer y lo del cáncer cervicouterino, para generar conciencia en las mujeres”, señala.
Actualmente, sigue su labor de forma individual, por medio de las esculturas y otras obras en las que además de generar conciencia sobre la situación de las mujeres lo hace en torno al cuidado del medio ambiente. Además, colabora e impulsa causas relacionadas con sus pares, como el apoyo a artistas que por alguna enfermedad o padecimiento requieren de recursos para mejorar su salud.
Desde el arte ha abordado varios temas referentes a las mujeres, como la visibilización del trabajo de ellas, pero también generando conciencia, pues considera que muchas de las veces los problemas parten de “nosotras mismas, que no asumimos la conciencia, que normalizamos la violencia, normalizamos el estatus de opresión de la mujer”.
Por ello, dice, quiere que las mujeres “cambien el chip” en aspectos como el lenguaje y se apoyen entre pares, pues “estamos en el mismo barco” y es necesaria la unión.
Mujeres dueñas de sus vidas
Aunque hace varios años la obra de Miriam se enfocaba mucho en la opresión de la mujer, lo más reciente ha dado un giro en cuanto a materiales y el tema, aunque siguiendo la línea de la reflexión. Ahora, dice, lo que pretende es transmitir que las mujeres también tienen derecho a divertirse y gozar sus vidas, “no solamente estar dando hijos, estar cuidando a los demás o estar en función del entorno”.
Antes hacía trabajos más sufridos, en los que la mujer estaba con una carga pesada y era la que lleva todo en silencio, recuerda. Sin embargo, ahora tiende a mostrar que entre más feliz es la mujer, hay más felicidad en el entorno.
“Mi trabajo intenta reflejar algo más lúdico y sí en función de que somos las dadoras de vida, pero somos también las dadoras de felicidad, de cosas, pero a partir de estar bien”.
La artista considera que está en las mujeres el cambio para valorar sus vidas, para ser proactivas y generar su propia felicidad, pues ésta no será otorgada por los demás.
“Pensar en una, pero de una manera bonita, alegre, festiva, porque eso da vida y eso jala buenas energías y que todo mundo esté bien”, añade.
Por ello, remarca la necesidad de pensar en ellas mismas, en ponerse como prioridad para estar bien y así su entorno también lo esté.
