¿De qué hablan ellas cuando se encuentran? ¿De qué escriben cuando toman el lápiz? ¿En qué sueñan cuando duermen? ¿Qué añoran cuando la memoria las habita?, ¿Qué dibujan en el horizonte cercano? Qué construyen cada día que trabajan hombro con hombro, palabra con palabra, mano con mano, idea tras idea.
Una posible respuesta ha llegado al Museo de las Culturas de Oaxaca en el ex convento de Santo Domingo de Guzmán; una idea genuina que abre el diálogo y apela a la razón y el sentir de 26 mujeres oaxaqueñas y de otros lugares del país, quienes a través de sus diversos grupos fueron convocadas para dialogar en el código de la gráfica, que en diversas técnicas expresa el pensamiento de las mujeres que se nutre de un camino sin tiempo e infinito.
Una pieza de alto valor simbólico se coloca en el centro de esta conversación que las participantes sostienen de manera franca y bien articulada; se trata del sencillo rebozo convertido en madre, hermana y abuela para ser interpretado por mujeres unidas en el ánimo de hacerse escuchar, mujeres que se han encontrado con la deliberada intención de hacerse visibles desde el irreverente concierto de la plástica, desde el efímero espacio del taller personal que para cada una de ellas, representa la razón de existir, implica la renuncia a la serena comodidad de lo cotidiano, ha demandado de su tiempo, de su talento, energía y generosa entrega.
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Mujeres Artistas Creando Movimiento (MacMo), Guindhá Casa Taller, Amarte, Armo y Lucero Valdez Arte Contemporáneo, se unen en esta exposición que con paso firme se dispone a compartir desde el ser mujer; sin duda alguna, ellas tienen mucho que contarnos a través de esta espléndida colección que ha sido curada por Teresa Díaz Diez y Jorge Pech Casanova, y en la que también se disfrutará del comentario de sala de la distinguida Tamara León.
Nobleza obliga, y Oaxaca da la bienvenida a esta exposición que con franqueza nos acerca a momentos íntimos observados a través del elemental rebozo que de tan nuestro, muchas veces se diluye en el paisaje de un tímido verano; rebozo tantas veces cantado, tantas veces olvidado, de tantos recuerdos confeccionado, tan entrañable y sutil que lo mismo puede mantenerse diminuto en la oscuridad de un cajón, que solicito acudir para resguardar el alma taciturna, la melancolía a flor de piel o la sed de encontrar ese amor eterno y generoso que no conoce límite ni razón.
Desde el 11 de junio y hasta el mes de agosto, podremos disfrutar de este provocador recorrido por el arte gráfico de un espléndido grupo de mujeres dispuestas a compartir sus motivos en la línea, los matices y la innegable maestría que, para nuestro gozo, se encuentra en Oaxaca y espera de nuestra visita para disfrutar de “El Rebozo. Propuesta Gráfica Femenina”.
Concepción Villalobos