Lo que comenzó como talleres de verano que impartía a los hijos de sus familiares condujo a la artista Luna Ortiz a crear Casa Luna, una iniciativa con la cual se ha propuesto una educación integral a través del arte. Y así propiciar el desarrollo de las habilidades de decenas de infantes que han pasado por sus talleres de dibujo, pintura, escultura y, ahora, gráfica.
Luna Ortiz es originaria de Oaxaca de Juárez, una ciudad en la que su familia ha vivido por al menos cuatro o cinco generaciones y desde la cual ha aprendido de las tradiciones, costumbres y las artes visuales. A la par de su trabajo como creadora y en Casa Luna, se ha desempeñado como docente en diversos talleres en agencias municipales, primero como parte de un proyecto del docente David López Vera.
Cuando Casa Luna inició era como tener no solo un espacio para dar talleres para niños sino con esta visión de educación”, explica la autora, quien en su infancia conoció de las artes gracias a los talleres del maestro Atanasio García Tapia, de quien recuerda que siempre buscó que se le diera lugar a estos talleres.
Pero ella quiso enfocarse en un taller que incluyera dibujo, pintura y escultura para que el proceso creativo fuera libre y enfocado en que las y los niños vayan conociendo de artistas, como introducción.
Era englobar todo ese conocimiento y esa necesidad que tuve cuando era niña y que creí que hacía falta”.
Su taller lo inició hace aproximadamente cinco años ya de manera más formal, clara y con un espacio exclusivo y permanente. Aunque tuvo como antecedentes los talleres que impartía en vacaciones desde 2010.
Derecha: Casa Luna busca “educar a través del arte”, ella pretende complementar los conocimientos.
Por sesión ha llegado a tener hasta 10 menores, pero en los últimos meses ha tenido que reducir su capacidad, además de establecer un rango de edad para enseñar gráfica (de 8 hasta 16 años), la nueva apuesta de Casa Luna.
En cada sesión, como maestro te retroalimentas mucho y eso retroalimenta la parte artística. Para mí es un complemento”, cuenta la artista quien también se ha integrado al jardín del Arte Antonia Labastida.
En Oaxaca, Luna considera que el auge de las artes visuales, especialmente a partir del 2006, ha generado un interés entre la población local y la visitante.
Hay muchos artistas que están exponiendo, que están mostrando su arte al mundo. Y esas inquietudes que hay para la gente adulta también la hay para la niñez y estando en escuelas, entre los infantes a quienes he dado tallares, también hay una inquietud de los niños por el dibujo. Es algo muy natural porque son los primeros elementos que nos dan en la infancia o en el kínder”.
La autora remarca que Casa Luna busca “educar a través del arte”, pues a diferencia de “una educación en el arte o para el arte”, ella pretende complementar los conocimientos.
Es generar niños que tengan una visión más amplia y que cuando crezcan y tomen una carrera este conocimiento lo apliquen en su área”, subraya.
