En la comunidad de Jicaltepec, municipio de Pinotepa Nacional, existe una leyenda que ha perdurado a lo largo de los años y que sirve como advertencia sobre la infidelidad y la tentación. Esta historia relata el trágico destino de dos personas que, al sucumbir a sus deseos, fueron castigadas de manera sobrenatural.
UNA TORMENTOSA NOCHE
La historia cuenta que, en un día lluvioso con truenos y relámpagos, un compadre y una comadre caminaban hacia el pueblo. Cuando la lluvia se intensificó, buscaron refugio bajo un árbol. Mientras esperaban a que la tormenta pasara, el compadre, al ver a su comadre empapada y con la ropa mojada que se transparentaba, comenzó a mirarla con otros ojos y a seducirla. La comadre, vulnerable ante la situación, cayó en los brazos de su compadre y ambos terminaron teniendo relaciones.

EL CASTIGO SOBRENATURAL
Según la leyenda, este acto no pasó desapercibido para Dios, quien, enfurecido por la traición y la falta de moral, decidió castigarlos. Un rayo poderoso cayó sobre ellos, convirtiéndolos en piedra. Desde entonces, en la comunidad de Jicaltepec se pueden ver dos formaciones rocosas conocidas como la Piedra Hombre y la Piedra Mujer, visibles para todos los habitantes y visitantes del pueblo.
UN RECORDATORIO PERMANENTE
Estas piedras sirven como un recordatorio permanente de lo grave que puede ser ceder a las tentaciones y cometer errores morales. La leyenda es un ejemplo de cómo las historias tradicionales pueden reflejar valores y enseñanzas importantes para una comunidad, manteniendo viva la memoria de eventos que, reales o no, forman parte del patrimonio cultural de Jicaltepec.
Leyenda oral de la comunidad de Jicayán