Desde hace varios años alberga a una panadería y junto a esta opera un estacionamiento público. Sin embargo, una placa da cuenta que parte de la historia de Oaxaca y de algunos de sus personajes ilustres se mantiene de pie resistiendo al paso del tiempo e incluso a los sismos. Se trata de la casa en la que nació José Vasconcelos, un oaxaqueño cuyo legado se mantiene través de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, y de otras instituciones del país.
La casa se localiza en la calle 20 de Noviembre, en el centro de la ciudad de Oaxaca, a unas cuadras del Palacio de Gobierno y muy cerca de otro inmueble en el que habitó Benito Juárez, el Benemérito de las Américas. Sin embargo, la casa pocas veces atrapa la mirada de cientos de personas que diariamente pasan frente a ella.
Ahí, en su fachada, una placa conmemorativa señala que quien fuera el primer secretario de Educación Pública del país nació el 27 de febrero de 1882. También se le recuerda como político, educador, filósofo y escritor. Ese recuerdo en su honor tiene la fecha del 30 de junio de 2009 y fue colocado con motivo de los 50 años de su deceso, ocurrido el 30 de junio de 1959.

En la serie de cápsulas históricas y turísticas “Oaxaca para ti”, la administración municipal 2022-2024 se refiere al oaxaqueño como un hombre insigne, quien por el trabajo de su padre pasó su infancia en diversas ciudades del país, entre estas Piedras Negras, Coahuila.
Vasconcelos fue secretario de Educación Pública de 1921 a 1924, también miembro del Ateneo de la Juventud, director de la Escuela Nacional Preparatoria y rector de la UNAM (de 1920 a 1921), a la que le impuso su escudo y lema: “Por mi raza hablará el espíritu”.
En su sitio web, el Colegio Nacional de México también detalla aspectos de la vida del oaxaqueño que ingresó a este el 15 de mayo de 1943 como miembro fundador.
Impulsor del muralismo y también participante del movimiento maderista, Vasconcelos ocupó diversos cargos en la administración pública del país y también se postuló para gobernar el estado de Oaxaca en 1924, según señala el Colegio Nacional.
Como escritor, el Colegio refiere que sus obras más conocidas son: “La raza cósmica” (1925) y su autobiografía, en cuatro volúmenes: “Ulises criollo” (1936), “La tormenta” (1936), “El desastre” (1938) y “El proconsulado” (1939).