Para muchos fue su día de suerte, como el título de uno de sus libros. Luego de escucharla y preguntarle varias cosas sobre su obra, pudieron obtener un autógrafo y fotos. Ha sido probablemente su autora favorita de la infancia, a la que conocieron por historias y libros como “Dorotea y Miguel”, “Cuando el elefante camina” o “Choco encuentra una mamá”.
La escritora e ilustradora japonesa Keiko Kasza trajo su mundo a la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, FILO, y lo compartió con decenas de infantes y sus familias. Su presentación fue una de las varias actividades del programa que desde el 12 y hasta el 24 de octubre se realiza en el atrio de la catedral metropolitana y en el zócalo de la ciudad de Oaxaca.
Con libros en mano y aunque las edades entre los más pequeños y ella eran de varias décadas de diferencia, ni esto ni el idioma fueron impedimentos para intercambiar palabras, para preguntar sobre sus libros favoritos o sobre cómo ha escrito e ilustradora las historias que han marcado a muchos.
En este encuentro con sus lectores, la escritora e ilustradora nacida en 1951 dio autógrafos y se tomó fotos con el público, pero también respondió a preguntas como la de cuál es la técnica de usa para crear sus personajes. Es una similar a la acuarela, el wash, decía a través de su traductora.

La curiosidad de las y los más pequeños afloraba en esta actividad dominical:
- ¿Qué piensa sobre la inteligencia artificial?
“¡Qué pregunta! Es una pregunta muy difícil de contestar. Mi hijo me enseñó a hacerlo (usar la IA) … ¡Es increíble! Espero que los seres humanos podamos competir con la inteligencia artificial y que ganemos, pero ahora es muy pronto para saberlo.
- ¿En qué te inspiras para hacer tus cuentos?
“No todos mis libros, pero sí muchos, hablan de los recuerdos de mi niñez”.
- ¿Cuál es el libro que más le ha gustado escribir?
Es como si tuviera que elegir entre mis dos hijos. Me tardo aproximadamente dos años en crear un libro de principio a fin. En esos dos años pasan muchas cosas en mi vida. Cuando estaba trabajando en “Una madre para Choco” tuve a mi segundo hijo, entonces los cachetes de Choco son los de mi bebé… Cuando estaba haciendo el libro “El estofado del lobo” estaba embarazada del otro. Así que si digo que uno es mi favorito me siento mal por mi otro hijo”.
Para Keiko este encuentro con sus pequeños lectores fue también para subrayar que hacer libros es el trabajo de su vida y que lo mejor es estar conectados con las y los niños.