El Día de Reyes, o también conocido como de los Santos Reyes, es considerado una fecha tradicional que complementa las fiestas decembrinas y que recuerda un pasaje bíblico de gran importancia para todos los cristianos del mundo.
Esta fecha fue instaurada en todas las colonias novohispanas para la evangelización de los pueblos originarios de América, sin embargo, al ser un recordatorio del nacimiento de Jesús, es una tradición que se celebra en varios países.
El pasaje bíblico que se recuerda es el trayecto que realizan los reyes de Oriente hacia Belén, siguiendo la profecía de que en ese lugar nacería el Mesías, quien sería el salvador de la humanidad.
Así, la historia cuenta que Los Reyes parten hacia ese lugar orientados por una gran y brillante estrella que los guía.
Cargados de regalos como oro, incienso y mirra, Melchor, Gaspar y Baltasar viajaron en caballo, camello y elefante, para llevarle presentes al Rey de los Judíos.
Hoy en día, las que fueran colonias españolas —hoy naciones de América Latina—, España y algunos países de Europa conservan la tradición de recordar el episodio, siguiendo la costumbre de partir una rosca o roscón hechos de pan dulce y, además, como una forma de consentir a los niños pequeños, les obsequian regalos, principalmente dulces y juguetes.
Haciendo un símil de los regalos que los reyes llevaron en ofrenda al niño Jesús, en México se obsequian juguetes a los pequeños niños por su inocencia y bondad.
En el pasado, los preferidos eran juguetes típicos y tradicionales hechos por artesanos mexicanos, como diversas figuras de madera o muñecos de trapo.
En México, la tradición dicta que todos los niños, después de haberse portado bien durante todo el año, se ganan el derecho de poder escribirles una carta a los tres Reyes Magos, a quienes piden juguetes.
Los niños mexicanos tienen varias opciones para que su carta sea leída: algunos escriben la misiva y la colocan dentro de su zapato, que suelen poner junto a la ventana, debajo de su cama o del árbol de Navidad, el día 5 de enero, para recibir sus obsequios el día 6.
Además, hay quienes la mandan por correo postal y otros más la atan a un globo inflado con gas helio, que sueltan para que suba al cielo y viaje por los aires el día cinco de enero. Sin embargo, esta última opción está tratando de ser erradicada, pues representa una forma de contaminación.
De cualquier forma, tras generaciones y siglos, además de cruzar fronteras, la tradición de consentir a los “reyes de la casa”, obsequiándoles juguetes sigue viva en los hogares mexicanos, además de compartirse, en versiones diferentes, en naciones como España y Perú.
