Desde el día de su estreno en la Cineteca Nacional, La Negrada y su director, el oaxaqueño Jorge Pérez Solano, fueron tema de debate. La molestia generada a raíz de las declaraciones en una entrevista al diario La Jornada dio pie a una carta que el realizador dirigió al público y la comunidad afromexicana (esta última por ser fundamental en la trama de la cinta), a fin de aclarar su responsabilidad en lo expresado ante el periodista Sergio Raúl López.
“El tono de piel que utilizo en la película no llega a lo totalmente negro que yo hubiera querido. Me dijeron que si me metía más iba a encontrar más negros pero son salvajes (sic)”, es lo que se lee en el texto publicado el pasado viernes por el diario, como cita de lo que comentó Jorge Pérez Solano.
Esa parte de la entrevista es lo que generó las molestias que llevaron al realizador a señalar que fue una declaración hecha sin pensarla mucho y basándose en las palabras que escuchó en la región (Costa chica de Oaxaca). Ante ello, aceptó su responsabilidad por usarlas sin reflexionar en el daño que causaría.
“Cada vez que termino de dar una entrevista, tengo el temor de decir cosas indebidas, en esta ocasión lastimé y ofendí a quienes menos deseo hacerlo”, expresó el director, al tiempo de comentar que su película fue hecha de acuerdo con sus capacidades y entendimiento. Además de que antes de realizarla se dedicó a investigar y convivir con los pobladores, de quienes escuchó sus historias y las aportaciones hechas por personas afromexicanas en distintos ámbitos.
La Negrada, expone Pérez Solano, es una ficción cinematográfica que no presenta estereotipos, sino que pretende “retratar la realidad de una zona que sufre mucha marginación, desigualdad y falta de oportunidades”. Por ello, considera importante poner el foco en estos temas y condiciones en que viven “los pueblos negros para que el resto del país conozca esa realidad”.
Lejos de una apología hacia esos pueblos, se buscó ofrecer una mirada crítica, externó el director, quien tras aceptar sus equivocaciones pidió debatir sobre las condiciones de vida de los pueblos afromexicanos y no en los juicios de valor emitidos por él.
PARA SABER
El director decidió no buscar actores para protagonizar la cinta, sino convencer a algunos miembros de esta comunidad en la Costa oaxaqueña de hacer la película, no fue un proceso fácil, hubo algunos a los que les tuvo que rogar por dos años.
Magdalena Soriano es una de las protagonistas de esta historia, en la que se retrata “el queridato” (un hombre puede tener más de una mujer) que es permitido en esta comunidad, pero a través de una ficción; ella agradeció la visibilidad que la película le está dando a su raza, “porque hace más de 500 años fuimos traídos aquí como esclavos, ahora ya no tenemos amos, pero seguimos siendo esclavos de la indiferencia, y aquí estamos, también somos mexicanos”.
Filmada en locaciones de Oaxaca como Pinotepa Nacional y Huatulco, también participan Juana Mariche Domínguez, Sara Gallardo, Ángela Hortencia Baños, Noé Corcuera Herrera y Felipe Neri Acevedo Corcuera, este último es el protagonista de La Negrada y aseguró que “no somos actores pero queremos que la gente nos vea y sepa que estamos contribuyendo, ser reconocidos por el estado como una cultura más en México”.
La Negrada se realizó con una propuesta estética “naturalista”, que diera un tanto la impresión de estar viendo un documental —en cuanto a guion y fotografía se refiere— pero sin perder la calidez de la ficción y la emotividad que el director quería reflejar.