Recientemente terminé de leer Hijas de la historia: Las mujeres que construyeron a México (Planeta/2021), de Isabel Revuelta Poo, un libro muy interesante que nos presenta a 10 mujeres de la historia nacional. Por sus páginas navega: Tecuichpo, La China Poblana, La Güera Rodríguez, La Marquesa de Calderón de la Barca, Concepción Lombardo de Miramón, Antonieta Rivas Mercado e incluso Dolores del Río.
Cada una de ellas trascendió a la historia desde su trinchera; seguramente ninguna imaginó la dimensión que sus acciones cotidianas tendría, con su determinación y su existir fueron faros que iluminaron su época. Desde entonces muchas de ellas han sido olvidadas o mal interpretadas, de ahí la importancia de este tipo de libros, que nos permiten ahondar en personajes que conocemos muchas veces por habladas.
Conversé con la autora, quien dice que a las mujeres no se les han dedicado tantos estudios “porque la historiografía evidentemente ha estado en manos de académicos hombres, y ellas habían pasado desapercibidas hasta ahora”, que por fortuna el mundo editorial, académico y la sociedad ha volteado a verlas y se ha interesado para bien nuestro y de las futuras generaciones de rescatarlas del anonimato.
Por ello, Isabel Revuelta Poo considera “es importante que, si nos estamos visibilizando actualmente, le echemos la luz a las que estuvieron antes de nosotras”, a esas mujeres que han representado la otra mirada de la historia, una más observadora y sensible, alejada de la hegemónica que hemos venido manejando. Ella desde su papel de historiadora se ha comprometido con esta causa de difusión y algunos de los lectores la reconocerán por la serie Vindictas Históricas que actualmente transmite TV UNAM, donde habla en un lenguaje audiovisual de estas importantes mujeres que aparecen en el libro.
Los invito, entonces, a leer Hijas de la Historia; yo lo he hecho en un par de días y me ha parecido muy enriquecedor, además de que cuenta con ilustraciones y un cuidado diseño editorial, que la hacen arte objeto. Y culmino con la autora que, emocionada y agradecida por la respuesta que ha tenido este proyecto, asegura: “La historia es el antídoto para comprender el presente y navegar al futuro, porque entonces entiendes este proceso, te sientes que perteneces, te identificas y puedes lograr mucho más como individuo”
