Se cumplen 25 años de su primera y premiada novela “Nadie me verá llorar”, que en una nueva edición presenta a su protagonista con su nombre real: Modesta Burgos. Celebró recientemente su cumpleaños 60 y hace poco se convirtió en la primera escritora mexicana en ganar el Premio Pulitzer por “El invencible verano de Liliana”, una obra íntima sobre el feminicidio de su hermana a manos de la ex pareja de esta.
Novelista, poeta y docente, Cristina Rivera Garza llegó a la ciudad de Oaxaca para participar en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), donde horas antes de su presentación habló con la prensa. La originaria de Matamoros, Tamaulipas (1964) y radicada en Estados Unidos compartió sus reflexiones en torno a la necesidad de discutir y enfrentar la violencia de género, especialmente la feminicida que en México deja, lamentablemente, un promedio de 10 mujeres asesinadas diariamente.
La importancia de literatura latinoamericana y de las escritoras que no siempre se han visibilizado, pero que siempre han estado presentes en la historia de la literatura fueron otros de los temas abordados por la también Premio Xavier Villaurrutia (2022).
Para Cristina, que ganó el Pulitzer en la categoría de memorias o autobiografía, “El invencible verano de Liliana” le ha traído muchas sorpresas no solo por la generosa recepción de las y los lectores sino porque es su primera novela escrita y publicada en español y en inglés que logra hacerse espacio en la industria editorial de habla inglesa. Generalmente en Estados Unidos poca atención hacia la literatura de autoras y autores mexico-americanos, chicanos o latinoamericanos, explicó quien se considera una escritora migrante en aquel país y que a partir de su novela subraya la importancia de nombrar y hablar de los feminicidios.
“En Estados Unidos, en el mundo de habla inglesa en general, la conversación sobre violencia de género, especialmente de feminicidios, es muy escasa. A diferencia de países como México o con movimientos feministas como Argentina, la conversación está muy apagada, está muy dominada por los estereotipos que ha ido fabricando Hollywood. Casi todo lo de violencia de género o violencia contra las mujeres se concentra en la narrativa de la chica muerta… Inmediatamente se me quita de en medio y el personaje principal es el detective, pero nunca las víctimas o sus familiares”.
Rivera Garza confió en que la atención hacia su obra con este premio contribuya a esas conversaciones que considera necesarias en torno a la violencia de género, a la violencia feminicida. Pero también confió en que ese ejercicio sea claro, respetuoso y que honre a las víctimas y sus comunidades. Aunque reconoció que fue un gusto obtener el premio no lo fue el que se diera en el “contexto de la guerra genocida en Gaza”.