La novela femenina de García Márquez
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Arte y Cultura

La novela femenina de García Márquez

Lo importante de los capítulos de esta novela no es la historia, sino  la idea que tiene García Márquez de la mujer


Novela póstuma de Gabriel García Márquez, “En agosto nos vemos”.
Novela póstuma de Gabriel García Márquez, “En agosto nos vemos”.

Hacer un comentario de la inesperada aparición de un esbozo de novela escrito por Gabriel García Márquez, En agosto nos vemos (Diana, 2024); pudiera parecer pretencioso si se toma en cuenta que quien esto escribe no es una crítica profesional, sino una lectora tenaz y apasionada de un autor que acompañó gran parte de mi vida adulta y que con su obra muchas veces me transportó a lugares y hechos entrañables de mi infancia y adolescencia.

Estos seis capítulos me han demostrado que mi gusto por su obra no es gratuito; el descubrimiento de Ana Magdalena Bach es una muy grata sorpresa; en apenas unas pocas páginas García Márquez consigue no sólo enganchar a cualquiera en la lectura, sino que nos enseña un personaje inteligente, fuerte y sobre todo muy poderoso y no carente de magia, como en toda su obra anterior.

La historia comienza con el viaje anual de Ana Magdalena a visitar la tumba de su madre, pero a diferencia de los anteriores años, éste traerá a su vida el descubrimiento de un mundo presentido pero que no había sido capaz de enfrentar. Este descubrimiento hará que el personaje se involucre con sensaciones que le darán un sentido diferente a su vida cotidiana, pues aunque es una mujer madura, está más plena que nunca y más dueña de su destino de lo que jamás ha estado, y de que su matrimonio no es lo que siempre ha creído.

A grandes rasgos ésta es la anécdota de la que obviamente no es necesario contar más; lo importante de estos capítulos no es la historia, sino  la idea que tiene García Márquez de la mujer; para él Ana Magdalena Bach es alguien plena, satisfecha, que descubre que puede ir más allá de su zona de confort y experimentar la vida de otra manera, sin remordimientos, culpa o resentimientos, y al mismo tiempo puede darse el lujo de en ciertos momentos sentirse débil, celosa y desamparada, todo esto en una atmósfera tan actual que es de llamar la atención que haya sido escrita por lo menos hace más de diez años y es al mismo tiempo algo muy poco visto en general en los escritores, que cuando tienen protagonistas femeninas tienden a caer en absurdos clichés en las que una mujer libre e inteligente siempre ha de recibir un castigo: véanse León Tolstoi y Gustave Flaubert, por ejemplo. En este relato los encuentros sexuales son puro placer femenino, no es venganza contra nadie ni búsqueda de aventuras ni reivindicación de nada.

Parece mentira que en unos pocos capítulos se digan tantas cosas y probablemente muchos de los lectores no se den cuenta de ello, pero es indudable que para la mayoría de las lectoras no pasará inadvertido; por otra parte la edición está muy bien cuidada y se nota el amor tanto de los hijos y del editor Cristóbal Pera por la obra de García Márquez; aunque no hubiera estado de más una frase aquí o allá tan sólo para darle continuidad a los capítulos; por los demás, es una lástima que sólo sean un esbozo porque pintaba para ser una de sus grandes novelas, como las que nos tenía acostumbrados.

Éste es uno de los escasos ejemplos totalmente femeninos; resaltan sus puntos de vista, no los del autor que antes sólo había se había enfocado en el puro carácter masculino.

 

Lourdes Eguiluz


aa

 

Relacionadas: