Bordan oaxaqueñas para concientizar sobre la violencia a la Madre Tierra
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Arte y Cultura

Bordan oaxaqueñas para concientizar sobre la violencia a la Madre Tierra

A través de bordados y tejidos sobre el cuidado y la crisis del agua, invitan a recordar y repensar la relación de la humanidad con este bien común


Foto: Lisbeth Mejía // Edith y un grupo de mujeres bordaron y tejieron en la ciudad de Oaxaca nueve mantas.
Foto: Lisbeth Mejía // Edith y un grupo de mujeres bordaron y tejieron en la ciudad de Oaxaca nueve mantas.

 

Nuestro cuerpo es 70 por ciento de agua, sin el agua dulce no existiría la vida de ningún ser vivo: de ninguna planta o micro organismo”. La artista Edith Morales nos recuerda algo que quizá ya sabemos, pero que con el paso de los años parece haber sido olvidado y que ahora cobra importancia por la insuficiencia del agua en un mundo, país y estado en el que los ríos han sido contaminados; los bosques, deforestados, y hay una población y actividades que demandan más agua.

El agua, un recurso del que se emplean miles de litros para obtener un gramo de oro, otros miles para producir un kilogramo de algodón o aquella por la que “Coca-Cola paga 5 centavos el litro” en Chiapas ha sido vital y “por eso en todas las culturas milenarias es importante”.

El agua “es parte de lo que ahora se llaman bienes comunes o del patrimonio”. Por eso, dice Edith, “las comunidades (originarias) la cuidan bastante”. Sin embargo, aclara que esto no siempre es así en otros lugares donde el recurso se ha contaminado o despilfarrado en actividades económicas.

Como parte de la iniciativa y exposición internacional “La manta de la sanación” (The Patchwork Healing Blanket), Edith y un grupo de mujeres bordaron y tejieron en la ciudad de Oaxaca nueve mantas que se expondrán a partir del 21 de febrero en el Centro Cultural El Nigromante, en San Miguel de Allende, Guanajuato.

Monserrat Ruiz, Paola Reséndiz, Laura Aguilar, Ana Rodelo, Hannah Matthews, Griselda Matías, Raquel Jiménez y Donají Castillo se reunieron cada semana en los últimos meses para plasmar con la aguja, hilos y telas su percepción sobre la crisis del agua, ya sea como una protesta, una muestra de indignación o como llamados a cuidar un bien común.

En las periferias la gente siempre ha cuidado el agua porque no la hay. (Pero) ya nos llegó al centro, a quienes viven en las zonas más privilegiadas”, señala Morales sobre esta crisis que afecta no solo a los casi 300 mil habitantes de la ciudad de Oaxaca sino a todo el estado.

 

Las mantas se expondrán a partir del 21 de febrero en San Miguel de Allende, Guanajuato.

 

Para Edith, la solución a este problema “tiene que ser más de una educación a largo plazo, de nosotros mismos. ¿Tenemos que llegar a un límite para que podamos cuidar el agua?

Cómo se forman los ríos, la sobre explotación del agua en actividades comerciales, el agua como un bien común que se ha convertido en algo comercial y las violencias en contra de la madre Tierra a través de este recurso son abordadas en estas mantas bordadas e intervenidas con patchwork.

Mi manta la concibo como una protesta”, cuenta Laura Aguilar, quien ve el agua como un recurso que adquirimos con la creación del planeta en millones de años. Pero que del que no somos conscientes. “Abrimos la llave y está el agua, siento que la desvalorizamos porque ya tenemos todo resuelto y no nos damos cuenta que se puede agotar el agua… La industria, el capitalismo, ha dado un mal uso al agua, la ha desperdiciado”.

Griselda bordó sobre la memoria de los árboles y su conexión con los mantos acuíferos, pero que por la urbanización con obras de concreto se acaba esa relación.

Al final en esta problemática quienes asumimos más esta violencia sistémica somos nosotras”, señala Edith sobre esta violencia hacia la Madre Tierra que redunda en una violencia más en contra de las mujeres.

Y es que “en esta estructura patriarcal en automático el hombre se desentiende de las capacidades del agua. (Como mujer) ya no lavas, ves cómo lavas los trastes, castigas a tus plantitas o estableces sistemas cuando llueve. Es más trabajo para una, ingeniarse para poder hacer que el agua sea suficiente porque a los hijos se les tiene que bañar”.


aa

 

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