Restauración de Niños Dios, rescate del valor sentimental
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Arte y Cultura

Restauración de Niños Dios, rescate del valor sentimental

Inés Ortiz Santaella y Luis Cruz reconocen que cada año hay menos demanda


Foto: Adrián Gaytán // Restaurar estas figuras u otras de la religión católica requiere de tiempo, dedicación y habilidad
Foto: Adrián Gaytán // Restaurar estas figuras u otras de la religión católica requiere de tiempo, dedicación y habilidad

El valor que algunos feligreses dan a las imágenes católicas hace que estas perduren por generaciones y que aun con los estragos del tiempo traten de mantenerlas lo mejor posible. Ya sea porque les pertenecían a sus ancestros o porque tienen una gran fe en estas figuras como las de los Niños Dios.

Cada año, en diciembre o por el Día de la Candelaria, los pequeños y no tan pequeños niños que representan a Jesús son parte del nacimiento o vestidos para cumplir con la presentación en el templo, así como en los relatos bíblicos.

Inés Felipa Ortiz Santaella y Luis Cruz saben de la importancia de estos niños hechos a base de yeso, resinas u otro material, por eso se mantienen en el oficio de restauradores para que en las familias oaxaqueñas las imágenes estén lo mejor posible y duren muchos años más.

Ortiz Santaella trabaja en estas piezas en la primera privada de Camino Nacional 104, colonia Morelos, o en el mercado Benito Juárez, donde tiene su local. Es en este último donde cuenta sobre su oficio.

Aunque elabora vestidos de Niño Dios, también los restaura, limpia y pinta para que estén listos para las fiestas de Navidad o para el Día de la Candelaria. Generalmente, los daños que suelen tener estas figuras se presentan en las extremidades, mismas que se fracturan o quiebran. Además de algunos raspones en diversas partes.

Pero a partir de pintura o con yeso y resina, Ortiz los repara y hace que se vean como nuevos.

Hay niños que son de madera, de resina o que eran de algún familiar que ya no está con ellos, pero las personas no los tiran sino los componen”, explica Ortiz, quien sugiere a las y los creyentes que traten de colocar a sus Niños Dios en algún nicho o lugar especial, en donde no estén expuestos a riesgos o daños.

 

Foto: Jesús Santiago // Inés Felipa Ortiz Santaella elabora vestidos de Niño Dios, también los restaura, limpia y pinta.

 

En estas fechas, cuando muchas familias se alistan para cumplir con la tradición de la presentación del niño en el templo, Felipa recibe dos o tres figuras para restaurar. Por cada una, puede cobrar entre 100 pesos o hasta 350, según el grado de daños y complejidad de la reparación.

Sin embargo, en los últimos años observa que ya casi no les solicitan estas restauraciones, especialmente porque las nuevas generaciones que prefieren comprar una nueva figura del Niño Dios.

Desde el Mercado de Abasto, el restaurador Luis Cruz también habla de su trabajo, uno que es de importancia para familias que buscan conservar este tipo de imágenes por el valor sentimental que tienen o porque es más viable arreglarlos en lugar de comprar otro.

Restaurar estas figuras u otras de la religión católica requiere de tiempo, dedicación y habilidad, explica, pues en algunos casos se tiene que pintar la pieza hasta igualar el tono original. También, para cerciorarse de que las piezas queden bien integradas.

En este trabajo, y al igual que Ortiz Santaella, Luis Cruz explica que el cobro puede ir desde los 100 pesos. Sin embargo, en muchos casos se necesita también de varios días de trabajo para permitir el secado entre partes que se unen o que se pintan.

Es laborioso, no pesado. Es tener la paciencia y curiosidad de hacerlo”, apunta Cruz, quien agrega que en el caso de los Niños Dios, el trabajo se intensifica entre los meses de octubre y febrero.


aa

 

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