Voces, ecos y secretos: Tres maneras de contar una historia
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Voces, ecos y secretos: Tres maneras de contar una historia

El destino de este tren lo desconocen, pero el ímpetu infantil y la curiosidad hace a sus protagonistas recorrerlo


¿A dónde va este tren?
¿A dónde va este tren?

Un personaje conocido en el argot de la literatura infantil es sin duda el crítico y diseñador Rodrigo Morlesin (Ciudad de México, 1972) que, con su natural entusiasmo, su sonrisa contagiosa, su cómica y agradable extravagancia, ha sabido por años reseñar, diseñar y dar a conocer los libros que se producen para los más pequeños del hogar.

Esto le ha hecho ganarse un lugar entre los promotores de lectura infantil, que, de la mano de su trabajo periodístico, le han permitido irse inmiscuyendo en el mundo editorial. No obstante, este mismo cúmulo de lecturas acumuladas con los años lo frenaron por mucho tiempo, no dejando que se convirtiera el también en un autor referente dentro de esta rama.

Hasta hace unos años que se encontraba en medio de un viaje, alejado de su país y de su idioma, cuando finalmente se decidió a liberar y dejar fluir la historia de Elvis nunca se equivoca (Tusquets/2016) su primer libro, con en el que entró con el pie derecho al creativo firmamento de la literatura para niños.

Un lustro después se encuentra promocionando su segunda obra ¿A dónde va este tren? (Planeta Junior /2021) en una divertida entrevista me cuenta “Yo de origen soy diseñador de periódicos y reportero; me llevó mucho tiempo escribir algo que fuera ficción, en el periódico siempre estás ligado al qué, cómo, cuándo, dónde y pocas veces puedes ejercer la libertad de crear el mundo, me costó mucho trabajo”.

Le pregunto, si recuerda lo que sintió cuando escribió por primera vez ficción y me responde francamente “Pánico” luego comienza a reír y dice “Este gran bagaje que tenía de libros para niños, me hacía mucho ruido, literal escribía una línea y decía no, se parece a tal libro o a tal otro y entonces no avanzaba, sin darle oportunidad a la historia de revelarse y que avanzara por sí misma”.

Le daba mucho miedo copiar, pero cuando finalmente comprendió que la manera de averiguar si estaba copiando o no era haciéndolo “me fue mucho más fácil, de algún modo el perder el miedo también me dio como mucha libertad en la fluidez de la escritura”.

Con la capacidad imaginativa de quien se ha sumergido en horas y horas de lectura, presenta su más reciente libro, que narra la historia de Liza y Jim un par de gemelos que abordan con su padre un tren morado, lleno de símbolos, en cuyos vagones se entremezclan la fantasía, el ensueño y el misterio, en donde cada puerta es un mundo a múltiples posibilidades y a la vez un viaje por los elementos más representativos de las culturas. El destino de este tren lo desconocen, pero el ímpetu infantil y la curiosidad hace a sus protagonistas recorrerlo.

El libro cuenta con las ilustraciones de Jonathan Farr y un playlist diseñado especialmente por el autor para acompañar la lectura, lo interesante es que según nos dice, tanto las ilustraciones, como el texto y la música, son diferentes maneras de contar esta historia.


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