Darío Castillejos ilustra obra póstuma de Alfonso Reyes
El caricaturista oaxaqueño, quien se considera fanático de la gráfica, piensa que la ilustración es un “viaje de la mano del escritor”
Con una ilustración en la que interpreta lo vertido por el escritor en su obra, el caricaturista oaxaqueño Darío Castillejos se sumó a la nueva edición de “Oración del 9 de febrero”, que coeditaron la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Fondo de Editorial Nuevo León.
Su trabajo en esta nueva edición le valió uno de los Premios CANIEM al Arte Editorial, en la categoría Narrativa y ensayo adultos: tapa dura.
El libro se presentará este 30 de octubre en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), que se realiza en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca.
En entrevista, el caricaturista y artista cuenta que la colaboración con esta iniciativa surgió gracias a la invitación de Antonio Ramos Revilla, para ser parte de las actividades y proyectos del Festival Alfonsino, que cada año celebra la vida y obra del autor regiomontano (1889-1959). Antes de él, otros ilustradores han colaborado en uno de los libros que cada año se reeditan a propósito del festival.
Castillejos, quien varias veces ha sido Premio Nacional de Periodismo, considera que la obra de Alfonso Reyes “es una obra muy rica para ilustrar”, en tanto es cautivadora y “te envuelve en su ambiente.
Él, que ya conocía parte de la obra de Reyes, tuvo su primer acercamiento a “Oración del 9 de febrero” con esta invitación para ilustrar. En el libro Alfonso se refiere a su padre, el general Bernardo Reyes (ex gobernador de Nuevo León), quien participó en un golpe de estado en contra del presidente Francisco I. Madero, pero murió al iniciar la contienda.
No es un homenaje sino una reflexión acerca de la ausencia de su padre y revalora capítulos importantes de la vida de su padre, que además fue un héroe en la milicia”, comenta Darío sobre el libro que ilustró.
El texto es muy rico y pasa como con algunos libros, imaginando. Yo me iba situando. Me gusta pensar que la ilustración es como un viaje de la mano del escritor. Yo iba imaginando todos los escenarios”, detalla sobre el proceso creativo en el que obtuvo “oro molido”.
Aunque no es una obra gráfica, Darío muestra en estas ilustraciones su acercamiento a las artes visuales, la pintura y el grabado.
Quien se considera “aficionado, fanático del grabado”, dice que le gusta hacer un juego entre la ilustración y la gráfica, especialmente la gráfica clásica como la del Taller de Gráfica Popular. Y por eso su trabajo tiene tintes de grabado.
El haber ganado uno de los Premios CANIEM, explica, es un plus para la obra de Alfonso Reyes, un libro publicado unos años después de su muerte. Y que ahora tiene una nueva edición.
