Voces, ecos y secretos: Luna llena
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Voces, ecos y secretos: Luna llena

‘Luna llena’, relata la historia de un matrimonio de ancianos, con 48 años viviendo juntos


Voces, ecos y secretos: Luna llena | El Imparcial de Oaxaca
Luna llena, de Aki Shimazaki

La escritora Aki Shimazaki nació en Japón en 1954; sin embargo, fijó su residencia en Montreal, Canadá. Desde ahí ha escrito sus libros en pentalogías que le han hecho ganar reconocimiento literario.

Recientemente, ha publicado en México Luna llena (2022) bajo el sello Tusquets; esta es su obra número 17 y pertenece al cuarto ciclo con el que ella se ha ido agrupando. Este libro se ha lanzado en nuestro país dentro de la serie “nuevos tesoros de la literatura” que también incluyó a la francesa Cécile Coulón y al suizo Alex Shulman.

En Luna llena, Shimazaki relata la historia de un matrimonio de ancianos que vive en una residencia en la ciudad de Yonago, Japón; ambos con 76 años cumplidos y 48 años viviendo juntos. Ella, de nombre Fujiko-San, padece Alzheimer desde hacía décadas, y a excepción de pequeñas confusiones todo parecía ir en calma, hasta que una mañana su esposo, el “Señor Niré”, se levanta y no la encuentra… ella ha salido a denunciar a las enfermeras que un extraño se metió a su cama. “Estoy intrigado, ha dejado de reconocerme como marido, pero se acuerda aún de la planta en la que vivimos. ¿Cómo funciona su cerebro?”, se dice el esposo cuando se entera de lo sucedido.

Ahí comienza el libro y durante las 167 páginas de la historia, escucharemos la voz y los pensamientos del Señor Niré, quien va narrado el día a día con su esposa, que producto de la enfermedad lo desconoce y piensa que son de nuevo novios. Ella deja de reconocer a sus hijos y nietos, incluso a sus vecinos en el asilo.

En un intento por ayudarle a recobrar su memoria, organizan un concierto con canciones de su juventud, sin esperar que ello despertase un viejo recuerdo soterrado que pone de cabeza a toda la familia. Un examante llega a la historia y con ello el matrimonio de ancianos tiene que hacer un repaso culposo a su pasado e infidelidades.

Nuestra larga vida en común ha desaparecido por completo de su memoria, mientras que el recuerdo de su efímera aventura permanece de lo más vivo. Cuarenta y ocho años frente a una noche”, se reprocha el Señor Niré, que decide sumergirse al juego de la memoria de ella y hacerla creer que son jóvenes de nuevo, que aún no se han casado y todos los daños de su convivencia cotidiana, comienzan de nuevo. “Fujiko fingía inocencia, pero era mucho más maliciosa de lo que yo me imaginaba”, se dice a cada rato, al ir descubriendo sin querer los secretos que ambos se ocultaron en sus 48 años de casados.

Esta novela sucede en un lapso muy breve en el que todo parece disparatado. Se narra a un ritmo lento —demasiado diría yo— para la rapidez con la que sucede la historia. En general me parece bien escrita, sí da la impresión de encarnar ese entorno de Japón, con el ruido de las cigarras (kuma-zemi) de fondo. A pesar de ello no fue mi historia favorita, pues se entreteje todo un misterio que resulta ser algo muy soso, como la vida misma, que luce a ratos tan complicada, cuando solo había que haber jalado el cordón.

@Urieldejesús02


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