Del pasado 27 al 29 de abril, se celebró en la ciudad de Orizaba, Veracruz, el XV Coloquio Nacional del Seminario de Cultura Mexicana, titulado “Los rostros de la desigualdad”, que reunió a Miembros Eméritos, Titulares y Asociados; así como a las diferentes corresponsalías que integran la institución colegiada que a nivel nacional reúne a intelectuales de las artes, las humanidades y las ciencias con el fin de divulgar la cultura.
Tras un lustro del anterior coloquio, se ha realizado este en el marco de los 80 años del SCM, así lo relata su presidente Felipe Leal, quien venía planeando con anterioridad el encuentro; sin embargo, se atravesó la pandemia, lo cual les obligó a cambiar de rumbo, así como buscar nuevas miras para el estudio de las problemáticas actuales desde la cultura. Fue así como se decidió que el tema central fuera la desigualdad; se realizaron 9 conversatorios con ejes como la economía, salud, cultura, territorio, educación, género y aspectos jurídicos, sociales, étnicos y raciales.
El programa incluyó también conferencias magistrales, exposiciones, presentaciones de cine y conciertos que enriquecieron el encuentro al que se dieron cita representantes de las 59 corresponsalías que tiene el Seminario en 27 estados de la república. Se destacó la presencia de personalidades como Silvia Molina, Norah Barba, Arnaldo Cohen, Sergio García Ramírez, Javier García Diego, Ángeles González Gamio, Fernando Serrano Migallón, Silvia Torres Castilleja, Clara Jusidman, Carlos Prieto, entre otros.
Durante los tres días del encuentro, el Poliforum Mier y Pesado de Orizaba fue el territorio en el que se hicieron presentes muchas voces expertas, dando a conocer las historias, explicando las problemáticas y posibles soluciones para cada uno de los ejes.
En la ciudad de Oaxaca el Seminario de Cultura Mexicana ha tenido gran presencia, manteniéndose en constante actividad desde su fundación hace ya varias décadas, destacando que incluso fue sede en 1993 de uno de estos coloquios.
Por parte de la Corresponsalía de Oaxaca “Ing. Alberto Bustamante Vasconcelos” acudieron las licenciadas Leticia Pertierra Altamirano y Alicia Aguilar Castro; así como Uriel de Jesús Santiago Velasco, que con 19 años es el miembro corresponsal más joven de todo el SCM.
Él impartió la ponencia titulada “El Mercado Benito Juárez Maza, un lugar hilvanado por mujeres”, que se desarrolló dentro del conversatorio Desigualdad de Género. Fue coordinado por las doctoras Silvia Torres Castilleja y Jacqueline Peschard; además, contó con la participación de Lucía del Carmen Gómez, Mario Bolaños Cedeño y Julio Solórzano Foppa (hijo de la poeta guatemalteca Alaíde Foppa).
La participación de Santiago Velasco, quien es también colaborador de esta casa editorial y autor de cinco libros sobre temas oaxaqueños, causó gran expectativa entre los más de 150 asistentes debido a su corta edad.
En su intervención destacó que “históricamente en la ciudad de Oaxaca el hombre ha sido el centro en el que gira la industria económica, política y social; bajo esta concepción el papel de la mujer se ha limitado a ser el de compañera, madre o ama de casa”.
Sin embargo, señaló que en 2019 cuando realizó una investigación por los 125 años del Mercado Benito Juárez Maza se encontró que ahí, alejado de la regla social imperante, las mujeres han tomado desde los inicios las riendas del lugar.
Han logrado construir un microcosmos donde ellas son las encargadas de tomar decisiones, llevar el orden económico y social dentro del grupo de mercaderes, siendo las grandes pioneras que han sabido hilvanar a pesar de las desigualdades un espacio para ellas”, aseguró.
Además, recordó sucesos importantes para la mujer oaxaqueña como la inauguración de la Escuela Normal de Profesoras en 1890 que dijo: “Fue un lento pero firme aliciente a la causa femenina, porque afuera en la sociedad muchas cosas seguían igual; el sexismo y la desigualdad eran establishment en una sociedad dominada por varones”.
Recordó a importantes líderes de los mercados como Casilda Flores Morales y Genoveva Medina Esteva, que en su momento abrieron brechas para las mujeres, desde sus respectivas áreas social y política. Finalizó su participación con la proyección de una serie de fotografías de mujeres oaxaqueñas que trabajaron en el mercado en 1926, de las cuales dice: “No sabemos nada más que sus nombres, pero nombrarlas es rendir tributo a todas esas mujeres comerciantes que han sido consumidas por el olvido”.
