Tras la punta del Iceberg de la impunidad: Olga Wornat
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Tras la punta del Iceberg de la impunidad: Olga Wornat

La periodista y escritora Olga Wornat (Argentina, 1959) ha dedicado gran parte de su trabajo a biografiar a las personas de poder como los expresidentes argentinos Carlos Menem y Cristina…


Tras la punta del Iceberg de la impunidad: Olga Wornat | El Imparcial de Oaxaca

La periodista y escritora Olga Wornat (Argentina, 1959) ha dedicado gran parte de su trabajo a biografiar a las personas de poder como los expresidentes argentinos Carlos Menem y Cristina Fernández, y al exmandatario mexicano Felipe Calderón Hinojosa. 

Le tocó cubrir la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de México en 2000, rápidamente se interesó en la historia del ranchero que rompió con la hegemonía del PRI; sin embargo, se encontró con Marta Sahagún, en ese momento vocera de la presidencia y más tarde primera dama, la figura de ella estaba a la par que la del presidente: era popular y admirada, también temida y odiada, en pocas palabras se convirtió en la jefa. 

Wornat con un singular sentido del humor, la terquedad y obsesividad que –en sus palabras– la caracterizan como periodista, hurgó en el pasado de Sahagún, visitó los lugares que la vieron crecer y entrevistó a todos aquellos que habían formado parte de su vida, presentando en 2003 La Jefa: vida pública y privada de Marta Sahagún de Fox. Dieciocho años después, el libro ha sido reeditado, motivo por el cual conversamos a la distancia con su autora, que actualmente se encuentra en su natal Argentina: 

¿Qué fue regresar a este libro dieciocho años después? 

—Dije ¡Wow! Descubrí cosas que no recordaba; en algunas me reí, algunas situaciones que me relataban y que parecían casi de una telenovela –porque al final son todos seres humanos– y ocurren estas cosas, historias de amor, intriga, guerras, entre las hijas de Fox y Marta. Qué le pasó al libro en estos años, no lo sé, pero es un libro porque el que tengo gran afecto, fue mi primer libro en México, el que me permitió conocer bastante de la idiosincrasia de los políticos mexicanos. 

En una entrevista usted dijo que el nombre inicial del libro era El vaquero y su consorte y se declinó por La Jefa. ¿En qué momento Marta Sahagún cobró esta dimensión en el libro?

—Enseguida, a medida que yo fui avanzando en la investigación me di cuenta que no, que era Marta, ella se robaba la historia del libro, ¿por qué? Porque las anteriores Primeras Damas Mexicanas, habían sido muy sumisas, de muy bajo perfil, prácticamente no se les conocía la voz, estaban en un tercer plano de la política, y cuando me encontré con Marta Sahagún era una mujer “de armas tomar”, una mujer fuerte, que participaba en la política, que hablaba con los jefes del Estado Mayor, con los secretarios de Estado, tenía voz propia, estaba a la par que Vicente Fox, eso no había ocurrido nunca. 

Creo que en la historia, por lo menos contemporánea de México, ninguna mujer había intervenido tanto en los temas de Estado, ¿no es así? 

—No, por lo menos en la historia contemporánea que yo sepa, no. 

¿Cree que realmente Marta Sahagún tuvo la posibilidad de ser presidenta de México? 

—Ella tuvo un momento donde tuvo posibilidades de ser candidata, hubo un ligero momento, por el 2004 y el mismo Fox decía “Por qué no la señora Marta”, jugaba con eso y ella no estaba mal en las encuestas; comienza a descender cuando se descubren sus ilícitos, el tráfico de influencias de sus hijos, como de los hijos de Fox, cuando se descubren los abusos de poder, cuando ya venía el sexenio diluyéndose. 

Llama la intención que, en el libro, nos da un perfil de Vicente Fox, depresivo, lleno de inseguridades y miedos; de alguna manera se deja entrever que Marta era quien lo rescataba, quien lo sacaba adelante…

—Marta se encargaba, Vicente Fox era un hombre que tenía grandes crisis emocionales, desde la época en que era gobernador de Guanajuato, con tendencia a la depresión, no era estable –eso fue corroborado por informes de psiquiatras del Vaticano que le hicieron un análisis cuando intentó anular el matrimonio religioso con Lilian de la Concha–, tomaba Prozac. 

Narra también del temor que Fox tenía de Dios, lo religiosa que era Marta, los hijos y el equipo; sin embargo, no pensaron en eso estando en el poder. Eran muy contradictorios ¿no? 

—No, contradictorios no. Eran hipócritas y sínicos; así terminaron. 

Ahora relata que la última vez que vio a Marta Sahagún, ella la recibió en el despacho presidencial de los Pinos, mientras Vicente lo hacía en su Cabaña… 

—Sí eso fue también algo que me impresionó, creo que también hubo un juego por parte de ella, es decir “voy a recibirla acá porque voy a demostrarle que yo soy la que mando”, allí era la jefa, porque me recibe en el despacho donde recibía a las personalidades y había un retrato al óleo de ella a la misma altura que el de Vicente Fox. 

¿No cree que Marta sí tuvo todo para poder pasar bien a la historia; sin embargo, su ambición fue lo que la llevó a su declive?

—Yo creo que, lamentablemente, tanto una mujer como un hombre, que alcanzan un nivel político tan alto, tienen la posibilidad de hacer tantas cosas nobles, la posibilidad de ayudar a mejorarle la vida a tanta gente, porque tienen las herramientas para transformar la realidad; sin embargo, yo creo que el poder vuelve estúpida a la gente, los marea y eso le sucedió: el poder la mareó, le cambió la cabeza. 

Cuando entra Vicente Fox a la presidencia, en 2000, había demasiadas esperanzas y expectativas, que al final se perdió; con la entrada de López Obrador, en 2018, ocurre lo mismo ¿Cree que se pueda perder la esperanza puesta en el actual gobierno? 

—Por supuesto, claro que corre el riesgo, por esta cosa que te digo, que cuando estás en el poder te alejas de la gente, es inevitable, a todos les pasa, a todos les pasó, hasta a los presidentes que han hecho cosas fantásticas por la gente, por ejemplo Lula (expresidente de Brasil), sacó a 28 millones de personas de la pobreza, una hazaña mundial y, sin embargo, cometió muchos errores que llevaron a que Brasil terminara gobernado por un fascista como Bolsonaro, así que (López Obrador) claro que corre riesgo, hay muchos llamados de atención.

@UrieldeJesús02