José Ignacio Valenzuela
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Arte y Cultura

José Ignacio Valenzuela

“Ser papá es el misterio más grande al que me he enfrentado”


José Ignacio Valenzuela | El Imparcial de Oaxaca

José Ignacio Valenzuela (Santiago de Chile, 1972) ha consolidado una trayectoria de 30 años en el oficio de la escritura, en la que ha desarrollado guiones para telenovelas y series; además de una veintena de libros para niños, jóvenes y adultos.

El próximo 24 de marzo se estrenará en Netflix la serie que ha escrito ¿Quién Mató a Sara?, y la editorial Planeta, bajo el sello Destino, ha publicado su nueva novela Mona Carmona y el enigma de la sagrada familia, en la que Valenzuela nuevamente nos sorprende al presentarnos una historia emocionante, llena de suspensos y muy adictiva, que llevará al lector página tras página a descubrir sus secretos:

Al escribir Mona Carmona… utilizaste la historia de un misterio para hacer otro misterio.

—Absolutamente. A mí me encanta el misterio, crecí con ello; a mis 13 o 14 años, los libros que me devoraba eran los de Arthur Conan Doyle y Agatha Christie. No es la primera vez que me acerco al género detectivesco, tengo varias series para diferentes edades y en este caso Mona Car mona es para jóvenes y adultos, aquí se enfrenta al famoso enigma de la Sagrada Familia de Barcelona y va a continuar con otros casos.

¿Entonces va haber más aventuras de Mona Carmona?

—Sí, Mona va a continuar, el personaje lo voy a ir hacer creciendo con otra aventura, donde va a ir siendo más grande y así los casos se van a ir complicando conforme ella vaya creciendo.

¿Qué características tiene el personaje para que le dediques toda una saga literaria?

—Mona tenía que ser bastante especial si iba a ser la dueña de una saga (risas) no podía ser una chava común y corriente, tenía que ser alguien muy particular. Sus características más evidentes son que Mona es una mujer súper atrevida, arriesgada, valiente, una joven muy inteligente, con una capacidad de observación, de discernimiento y de raciocinio por encima de la media, pero al mismo tiempo es súper solitaria, muy insegura, una chava que por primera vez en este libro se va a enfrentar a lo que es un beso o a que le empiece a gustar alguien. Es una chava que no la pasa muy bien, su mamá se murió en unas circunstancias muy extrañas y tampoco sabe muy bien quién es su familia hasta que comienza a hacerse las preguntas, hay un hueco en su vida no resulto, que se me hace atractivo de escribir porque tienen muchas capas.

¿Crees que todos en algún momento nos hacemos estas preguntas sobre quienes realmente fueron nuestros antepasados?

A mí lo que me gusta particularmente de eso es que muchas veces todos creemos tener claras muchas cosas y de pronto alguien dice un comentario y dices “Pero cómo no sabía eso” y te das cuenta que todas las familias tienen un secreto, algo de lo que no se conversa mucho, particularmente mientras más atrás son las generaciones. En el caso de Mona ella es mexicana y su abuelo catalán y de pronto descubre que su mismo papá no sabe muchas cosas de su abuelo y ella encuentra un diario de vida que no tendría que haber encontrado y bueno ahí se abre una puerta que ella no sospechó nunca, y que la va a llevar a una aventura.

Y como las casualidades en la literatura no existen, seguro que sí debía de haber encontrado ese diario…

—¡Claro, por supuesto! Yo estoy seguro que el abuelo lo dejó ahí porque quería que alguien lo leyera.

¿Cuál ha sido el mayor enigma que ha tenido que resolver José Valenzuela?

Durante gran parte de mi vida pensé que no iba a ser papá, pensé que no había nacido para tener hijos. Y de pronto, será porque me empecé a hacer más viejo (risas) comencé a sentir la curiosidad de cuestionar esa idea y me di cuenta que eran puras ideas preconcebidas, y vino el gran misterio de cómo sería yo como papá… ¿Seré un buen papá o un mal papá?, y ahora que tengo una hija a punto de cumplir dos años estoy comenzado a resolver ese misterio y yo creo que es el misterio más grande al que me habré enfrentado a lo largo de mi vida. Todavía soy un papá muy novato, pero soy mejor papá de lo que pensé que iba a ser. Uno tiene que enfrentarse a esos misterios para saber cuál es la respuesta, sino no te sirve de nada la teoría.

Justo iba a tocar el tema de la paternidad, porque este libro tiene una dedicatoria muy especial “A Leonora, ¡por fin!”…

Sí, ponte en mis zapatos, yo soy un hombre gay que ha tenido que luchar toda su vida por conseguir ciertos derechos civiles que por alguna razón me eran negados, como el derecho a casarme, a poder tener hijos, a poder tener a mi marido en el mismo seguro médico, como el derecho de poder heredarle en caso de que yo me muera, en fin una cantidad de derechos que la gente heterosexual tiene por el simple hecho de ser heterosexual. Y me tocó pelear mucho por eso, la búsqueda de una hija fue una pelea que tuvimos que enfrentar mi marido y yo durante casi 5 años y fue muy difícil… era tanta la injusticia, la homofobia, los prejuicios o los insultos, que estuvimos a punto de tirar la toalla.

Yo sabía que el primer libro que yo escribiera cuando mi hija estuviera viva, se lo iba a dedicar a ella, y cuando Leonora nació yo estaba comenzando a escribir Mona Carmona… por eso en cuanto la tuve en mis brazos, corrí al computador y escribí esa dedicatoria de 4 palabras que soñé por mucho tiempo y aquí está ha quedado para siempre.

A veces las dedicatorias más simples son las que lo dicen todo y creo que en tu larga carrera de escritor no has tenido mayor honor que tener a tu hija en tus brazos…

—¡No, por supuesto que no! y más aún de poder poner esa dedicatoria, lo más valioso que un escritor puede regalarle a alguien es su imaginación, dedicar un libro a alguien es lo más valioso que yo puedo entregar, porque esto que se ve tan simple fueron años de esfuerzo, de trabajo, de sudor, de corregir, de noches en vela; esto es lo único que sé hacer y es lo más valioso que tengo.