Cinco generaciones de artesanos de lámina en el Barrio de Xochimilco
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Arte y Cultura

Cinco generaciones de artesanos de lámina en el Barrio de Xochimilco

La familia Agüero lleva cinco generaciones creando figuras de lámina; ahora se alista la sexta generación con un niño de 12 años


Cinco generaciones de artesanos de lámina en el Barrio de Xochimilco | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Jorge Plata

Don Miguel Ángel Agüero es un artesano de la lámina. Su taller –que ha sido un referente en el Barrio de Xochimilco, calle Santo Tomás núm.118– ha sido visitado por diversas personalidades; sin embargo, don Miguel se niega a colocar los reconocimientos y fotos de esas personalidades, pues dice que “los cartones no nos van a dar de comer, los clientes vienen a conocer las piezas para comprar y no el protagonismo porque eso no vende”.

El taller de la familia Agüero tenía constantes visitas de recorridos turísticos, pero por la pandemia se detuvieron. El sábado 5 de septiembre recibieron al primer grupo de turistas que provenían de distintos estados. Todos debían portar cubrebocas, dada la nueva normalidad.

“Hemos tenido muchas pérdidas, sobre todo el turismo. Además, el estigma que más nos perjudicó fue que las autoridades dijeron que el virus se adhería más fácil a materiales como la lámina, y por miedo la gente dejó de venir, pues aseguraban que la enfermedad se incubaba, lo cual es falso”.

Sin embargo, Andrea –hija de don Miguel– señala que luego de la visita de las personas, sanitizan el área para evitar riesgos de contagio. Ahora ella está al frente del negocio familiar; apoyada por su cuñado, quien desde niño asistía al taller para aprender el oficio.

A pregunta expresa sobre los apoyos que el gobierno federal tendría para ellos, padre e hija coinciden en que no les ha llegado nada, Andrea comenta que este oficio subsiste gracias al turismo, pero al estar detenido, no tendrían las ventas de siempre. Incluso don Miguel, que está inscrito en uno de los programas federales, el apoyo no ha llegado, por eso ha dejado de creer en este nuevo gobierno. 

“Creo que el gobierno gastó más de miles de millones de pesos en publicidad que en ayuda a la gente; los créditos nunca llegaron, fueron puras promesas para el artesano oaxaqueño”. 

Las artesanías que hacemos son a mano, no como en San Miguel de Allende que perdió, al menos, el 10% de lo artesanal, ya que metieron máquinas y eso les perjudicó, argumenta don Miguel. 

“Subsistimos a la pandemia gracias al grupo que formamos con mis hijos, yernos y nuera. Desde antes sabíamos que venían tiempos difíciles, pero entre el grupo familiar hemos salido adelante; el gobierno no ayudó más que a sanitizar por el hecho de que el metal conservaba el virus”.

Este trabajo me ha dado muchas satisfacciones, narra don Miguel, tuvimos una invitación para ir a la India a representar la vida de Gandhi, no fuimos porque  empezaron los terroristas y se cayó el contrato. También tuvimos invitaciones a museos de Estados Unidos, pero no salgo, al igual que el chapulín, no salgo de mi casa. 

Andrea recomienda a los padres de familia que sus hijos aprendan a valorar la labor del artesano, sobre todo para que aprendan a no regatear el producto porque no saben qué tiempo les costó elaborarlo. 

En la entidad el arte de las piezas de lámina está dentro de los primeros lugares como parte de Oaxaca, al igual que el barro negro. La familia Agüero tiene en total 250 años de tradición. Los primeros artículos eran los anafres, las garrafas de nieve, luego se realizaron santeros, imágenes religiosas, lamparitas para las velas y utensilios de los santos. 

Ya no hay muchos talleres que trabajen la lámina y se está perdiendo este arte, como la juguetería y piezas con muchos detalles que nadie las realiza. Afortunadamente, mi papá aún vive y nos ha enseñado productos de bulto y todo lo que el cliente pida, los diseños puede hacerlo el cliente o nosotros le damos ejemplos, según lo que ellos quieran para elaborarlo. 

Recuerditos para bodas, XV años, festividades importantes de todo tipo, las piezas que se realizan en este taller deslumbran a todo visitante, es un espacio humilde que conserva el ambiente familiar y orgullosamente oaxaqueño.