Maestro Francisco Toledo, ¿cómo va a festejar su cumpleaños?
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Arte y Cultura

Maestro Francisco Toledo, ¿cómo va a festejar su cumpleaños?

El 17 de julio de 1940 nace en el país quien hasta el año pasado fue descrito como el artista plástico contemporáneo más importante del país, Francisco Toledo; hoy, el autor fallecido llegaría a las ocho décadas de vida


Maestro Francisco Toledo, ¿cómo va a  festejar su cumpleaños? | El Imparcial de Oaxaca

Francisco Toledo llegaría hoy a 80 años. Sin embargo, las complicaciones de un cáncer que padeció en sus últimos años hicieron que dejara de existir en septiembre pasado. Aunque un tanto hermético, el autor permitió en vida algunas preguntas, una de ellas sobre cómo festejaría su nacimiento. Aquí un fragmento de la plática sostenida hace tres años en la ciudad de Oaxaca, en la que habla de su cumpleaños:

Es el mediodía del 14 de julio de 2017 y en el patio del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) las risas y preguntas rompen con la melodía de las aves que se posan sobre la bugambilia. Francisco Toledo (1940-2019) contagia su humor a quienes le rodean. Las risas del autor, reporteros y fotógrafos hallan eco entre los muros de cal y el techo tejido con las ramas y flores de la planta que sembró hace medio siglo. El artista habla sobre un jaguar de fuego (de luz, le corrige una periodista). A veces, evasivo; otras, siguiendo la broma o empezando ésta. Las miradas dejan percibir el asombro cuando saca el teléfono celular que suena en el bolsillo de su pantalón arrugado.

—Sí, ¿bueno?

Toledo vuelve al ruedo y continúa la plática sobre el jaguar, sobre una subasta a la que se sumó y –nuevamente– acerca del jaguar al que se le desprendió el collar de monitoreo. Los temas se suceden uno tras otro y las preguntas parecen más largas que las respuestas.

“Más allá de la comida no sé qué voy a hacer”, responde cuando alguien le pregunta qué hará en lo que resta del año y los siguientes en cuanto a la promoción de la cultura.

—¿Seguirá metido en eso?

—¡No! Ya con eso es suficiente trabajo. Lo que ya se hizo hay que seguirlo alimentando. Más libros, más cine, más discos, más música, más eventos. Eso mismo.

—¿Y a quién le dejaría esa labor o en quién confiaría?

—¿Cuándo yo me muera?

Casi por turnos, cada quien trata de lograr una respuesta del artista, al que las aves siguen en coro, como música de fondo o en primer plano, cuando se consiguen unos segundos de silencio.

—Maestro, ¿cómo va a festejar su cumpleaños?

Las risas vuelven y Toledo parece empezar a formular una palabra, un “nada”

—Ya cerca de los 80…

—Ahora sí, como diría Cata, tres para los 80.

—¿Piensa hacer algo o al estilo Toledo, maestro, en silencio?

—¿Al estilo Toledo? ¿Cuál es el estilo Toledo?

—Pues no figurar.

Tres años después de aquel día en el IAGO, Francisco Benjamín López Toledo no está más. Es el 17 de julio, el día al que llegaría a las ocho décadas, aunque quizá, como aquella mañana, con un dolor de huesos o de dientes, como solía decir cuando le preguntaban de sus dolencias o preocupaciones como artista y activista. Francisco Toledo siempre se consideró un nacido de Juchitán de Zaragoza, aunque la migración de sus padres hubiera hecho que viera la luz en la Ciudad de México. Murió el 5 de septiembre de 2019, en la ciudad de Oaxaca, desde donde impulsó una serie de espacios e iniciativas vinculadas a la cultura, las artes, la educación, las lenguas originarias y el patrimonio natural.