A partir de un fondo familiar que perteneció a Ventura Conde, abuelo de la oaxaqueña Juana Conde Rodríguez, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) sumó una nueva colección a su acervo. La institución que depende de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca formalizó este viernes la donación hecha por Conde Rodríguez y su esposo Fortino Hernández Matías.
SOBRE EL ARCHIVO
El conjunto de documentos históricos tratan sobre la vida familiar de los antepasados del matrimonio, así como del contexto de Yatzachi el Alto, comunidad de la región Sierra Norte de Oaxaca. Parte de la relevancia de los escritos se debe a que están escritos en “xidzaxhon, una variante regional del idioma zapoteco, de la cual tenemos registros escritos desde 1595, cuando se escribió un testamento en el pueblo vecino, San Bartolomé Zoogocho”, según señala la institución beneficiada con ellos.
A través de un comunicado, la BIJC refiere que los documentos “serán conservados adecuadamente y podrán ser consultados por cualquier persona interesada en la historia de Yatzachi y en la escritura del zapoteco a través del tiempo”.
EL CONTACTO PARA LA DONACIÓN
La tarde de ayer, la familia Conde Hernández señaló que el contacto y la confianza para donar tal acervo se debió primero al hallazgo del mismo en propiedades heredadas por el abuelo de Juana a ella. Así como la intervención de su hija, quien acudió con el arqueólogo que trabajaba en la comunidad para encontrar persona o instancia que les guiara en qué hacer con tal conjunto de documentos. Y fue así que se dio el contacto con la biblioteca que ahora expone parte del fondo en la primera planta del Centro Cultural San Pablo
“Para nosotros tienen valor los documentos”, externó este viernes Juana Conde ante integrantes de la biblioteca y de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca. Ante ello, pidió una copia de tales para “tener de recuerdo”. María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de esta fundación, le aseguró que las tendría y que el acervo se mantendría a disposición del público usuario de la biblioteca.
De acuerdo con el comunicado de la BIJC, los “documentos en zapoteco de Yatzachi son particularmente importantes para los estudios históricos y lingüísticos, porque representan una gran diversidad en cuanto a los tipos de textos y a los temas que tratan”. De ahí que el conjunto donado formalmente el viernes sea de tal valía.
En el nuevo acervo hay documentos familiares de algunos ancestros de la familia como Felipe Conde, Antonio Conde, bisabuelo de doña Juana, y Remigio Conde (primo hermano de don Ventura). Esos datan de años como 1868, 1882,1883 y 1903. Así como de 1912 y un recibo de un pago de 1914.
“El fondo contiene también una carta de 1766 de un tal Mariano, quien pide a Juan Joseph Urbieta que vaya al zapatero Bartolomé para que le entregue un par de zapatos ya pagados”, describe la institución sobre un archivo que considera con “una historia muy detallada y cercana de la vida cotidiana de un pequeño pueblo en la Sierra Norte”, pues además tiene ejemplares relacionados con la vida de comunidad.
Asimismo, refiere la probabilidad de “que uno de los ancestros de doña Juana haya sido escribano o tenido algún cargo en el cabildo, por lo que guardó esos documentos” escritos en zapoteco o con algunas palabras en español, pero que van desde los años 1714 hasta 1821. “Todos son memorias de gastos que se hicieron dentro de Yatzachi el Alto”.
OTROS ACERVOS DONADOS
Como este acervo, hay otros que han sido donados al BIJC por descendientes de sus propietarios. Tal es el de los planos y dibujos hechos o resguardados por el fallecido arquitecto Francisco Torti Ràfols. El año pasado, la Biblioteca de Investigación Juan de Córdova (BIJC) firmó la donación hecha en 2006 por familiares de esta a la Fundación Alfredo Harp Helú, de la que depende la biblioteca.
En 2018, también tuvo como donación la hecha por familiares del fallecido empresario oaxaqueño Luis Fernández del Campo Moguel, quienes dieron a la biblioteca un conjunto de materiales sobre el devenir en Oaxaca, del siglo XVI al XX.
Libros, cartas, dibujos, mapas, entre otros objetos que pertenecieron al lingüista Thomas Smith Stark también fueron donados a la BIJC en años recientes. Este fue donado por la familia del investigador en 2017.
