Carlos Bazán suma su arte a la serie “Party of five”
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Arte y Cultura

Carlos Bazán suma su arte a la serie “Party of five”

La obra pictórica del oaxaqueño está en los promocionales de la serie homónima de los años 90, pero que se estrenará en 2020 con una temática de migración


  • Carlos Bazán suma su arte a la serie “Party of five”
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Hace unos meses, a Carlos Bazán Ramos llegó un correo del que sólo reconoció las palabras Hollywood y Los Ángeles. Todo estaba en inglés y aunque después descifró el mensaje, este no parecía convencerlo. “¿Será cierto? Por un momento no le di mucha importancia”, cuenta el artista plástico cuya obra está ahora en espectaculares de Estados Unidos. Dos de sus pinturas son parte de los carteles promocionales de la serie televisiva Party of five, que se estrena el próximo 8 de enero por el canal Freeform, propiedad de Disney.

Con ellas, Bazán (San Cristóbal Suchixtlahuaca, Oaxaca, 1993) se une a la reinvención del programa homónimo que se transmitió entre los años 1994 y 2000. Y sus dudas se transformaron en alegría, al ver cumplida la petición de un equipo que lo tenía como la primera opción a la que recurriría para el arte de la serie.

A transmitirse en menos de dos semanas, Party of five aborda la difícil vida de los cinco hermanos Acosta, quienes tratan de sobrevivir como familia luego de que sus padres fueran deportados repentinamente a México. Esta reinvención conserva el nombre del programa de los años 90, en el que a diferencia de este la historia no retomaba la migración, sino la muerte de los padres de los hermanos Salinger.

Basado en la trama de la serie, Bazán, quien por ese entonces trabajaba en un mural para el Centro Mexicano de la Tortuga (Museo de la Tortuga, en Mazunte), creó dos pinturas de gran formato. Estas van de poco más de un metro hasta unos tres de largo o ancho.

Para una recreó a toda la familia Acosta: padres e hijos, separados y cobijados por un frondoso y colorido árbol como los de la vida que ha pintado Bazán, y que pueden representar esperanza. En esa también pintó los cerros, magueyes y nopaleras que evocan su tierra natal; además de un fondo con edificios que evocaran una gran urbe.

“Buscaban que a través de la pintura yo tratara de meter la historia, una interpretación de la trama, de qué es para los hermanos quedarse solos y que sus padres no pudieran regresar a Estados Unidos”, explica el joven cuya obra cree que fue elegida por el uso del color y la recreación de los árboles de la vida de su región natal, en la que aún habitan descendientes de los chocholtecos.

Asimismo, considera que otros elementos como las aves fueron de interés para quienes le contactaron. De ahí que en la otra pintura, de tipo vertical y de creación libre, Carlos se inclinara por pintar a una familia de gorriones cuyos padres parecen abrazar con sus alas a los hijos, como símbolo de unión.

Y aunque generalmente trabaja sin presiones de encargos, en esta ocasión aceptó, al tratarse de una gran oportunidad para proyectar su obra. “Hace unos días empezaron a publicarse los espectaculares en el Times Square, en Nueva York, en Los Ángeles y en varias ciudades más”, detalla el también muralista que hasta entonces no creía que su trabajo figurara en esos sitios, pero que ahora comparte créditos con otro mexicano: Bruno Bichir, en el rol del padre.

Party of five se promociona como la historia de una familia americana (Thestory of an american family), y que para Carlos encierra la identidad de una familia que, como su nombre lo dice, parte de un continente y no un solo país.

Luego de esta incursión de su trabajo en televisión, el pintor que ha compartido su trabajo en varias ciudades de México y Estados Unidos espera compartir una exposición relacionada con el tema de la serie, en Los Ángeles, una ciudad caracterizada por una alta presencia de mexicanos y descendientes de estos. Asimismo, en El Paso (Texas) y Ciudad Juárez, dos urbes ubicadas en México y Estados Unidos, en una parte de gran flujo y contacto entre habitantes de ambas naciones.

A decir del autor, estas obras dan un nuevo sentido a su trabajo, pues aunque no era tan consciente de ello, sabe que al igual que los padres de los Acosta, sus pinturas también se van, emigran a otros lugares.

UN MENSAJE A FAVOR DEL MEDIO AMBIENTE

Aunque con esta serie la migración sirve como un punto de encuentro entre la trama y su obra, el pintor y muralista ha desarrollado un trabajo a partir de las identidades y la relación de las personas con la naturaleza, con su mundo. “Trato de dar un mensaje de preservar la naturaleza, de cuidar el medio ambiente”, ahonda quien además de árboles recrea a seres con cuerpos humanos y cabezas de aves o tortugas como las que se creía que sostienen a la Tierra.

Formado en la casa de cultura de San Pedro y San Pablo Teposcolula, además de formarse con pintores como Enrique Martorell y Jesús González Gutiérrez, Carlos trata que su trabajo refleje la convivencia entre humanos y naturaleza. Aunque reconoce que la especie que más daño causa al mundo es la humana.

Además de los motivos y los colores, en su obra destaca la luminosidad, aun en escenas que parecen situarse en el atardecer o en la noche. Para el autor, esta luz simboliza ese transitar entre la vida y la muerte, como si se trata de un ciclo y no el fin de algo. “Al momento de morir, se puede decir que nos transformamos”, comenta.

Y si bien reconoce que quizá no pueda hacer mucho por el ambiente o lo que ha sido su pueblo chocholteco, Carlos confía en que su obra quede como testimonio de lo que fue.