Van Tío Yim y Oblatos al Festival Internacional de Cine de Morelia

Las películas Tío Yim y Oblatos, el vuelo que surcó la noche, fueron seleccionadas como parte de la competencia de la edición 17 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), a realizarse del 18 al 27 de octubre. Los filmes de los oaxaqueños Luna Marán y Acelo Ruiz Villanueva, respectivamente, están entre los 11 de la sección Documental mexicano, que aglutina a propuestas como El guardián de la memoria y Dibujos contra las balas, de las realizadoras Marcela Arteaga y Alicia calderón.

Galardonadas o presentadas en programas como la gira de documentales Ambulante y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, las producciones de Marán y Ruiz recrean historias vinculadas con la familia y la comunidad o con hechos de la historia reciente del país, como la de las protestas contra los regímenes (en el caso de Oblatos). Asimismo, son las primeras películas (largometrajes u ópera prima) de ambos realizadores con raíces en la Sierra Norte de Oaxaca.

En el festival están entre las 94 seleccionadas para las diversas categorías: 14 en la Sección Michoacana, 60 títulos en la Sección de Cortometraje Mexicano (12 de animación, 14 de documental y 34 de ficción), 11 títulos en la Sección de Documental Mexicano y 9 en la de Largometraje Mexicano.

Las otras nueve producciones con que compiten Tío Yim y Oblatos son: Bad hombres, de Juan Antonio del Monte y Rodrigo Ruiz Patterson; Dibujos contra las balas, de Alicia Calderón; El guardián de la memoria, de Marcela Arteaga; Maricarmen, de Sergio Morkin; Niña sola, de Javier Ávila; Retiro, de Daniela Alatorre Benard; Tote_Abuelo, de María Sojob; Sísifos, de Nicolás Gutiérrez Wenhammar y Santiago Mohar Volkow, y Vaquero del mediodía, de Diego Enrique Osorno.

Tío Yim es un documental que parte de la pregunta ¿Cuántas formas hay de decir ‘te quiero’? y que en 81 minutos intenta desentrañar o abordar la vida de una familia marcada por el activismo de los padres y la ausencia (más marcada) de uno de ellos. Los “personajes” del filme son los propios padres y hermanos de Luna Marán, pero también ella. El nombre de la película es con el que se conoce a Jaime Martínez Luna, investigador y activista.

Para Luna, hija del cantautor, líder y pensador zapoteco de la Sierra de Juárez, lo importante era hacer un retrato de su padre, pero lo más transparente posible, en el que se pudieran mostrar los claroscuros y los contextos en que ha estado, “sin que fuera discurso, sino en la práctica”.

En Oblatos, el vuelo que surcó la noche, Ruiz Villanueva se remite a la fuga de seis exguerrilleros de la Liga Comunista 23 de Septiembre de una cárcel de Guadalajara, Jalisco (la conocida como Oblatos). La historia se remonta a 1976, cuando la operación de este grupo deja atónitas a las corporaciones policiacas.

“Lo que quiero hacer es un cine que tiene que ver con lo que para mí tiene que ver con la historia más bella y fuerte, que es la de los hombres que luchan contra el poder, contra la maquinaria que significa el poder”, ha contado a este medio el también caricaturista y cuya película le hizo acreedor a al “Premio del Público” y mención especial en el Premio Mezcal, como mejor director, en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara.

La edición 17 del FICM será del 18 al 27 de octubre. Entre sus 94 películas de competencia se encuentran siete óperas primas, describe la web del festival que se considera como una “plataforma única para la promoción de los realizadores de nuestro país” y que entre sus misiones tiene el “impulsar nuevos talentos mexicanos cuyas obras puedan cruzar fronteras culturales y estéticas”.