Se nos ha cuestionado por qué tanto indio: Natalia Toledo
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Se nos ha cuestionado por qué tanto indio: Natalia Toledo

En el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, la subsecretaria de Diversidad Cultural cuenta que se trabaja en alfabetos y un pabellón itinerante


Se nos ha cuestionado por qué tanto indio: Natalia Toledo | El Imparcial de Oaxaca

Con los pueblos y comunidades indígenas ha habido una deuda, pero no sólo del gobierno, sino de la sociedad, considera Natalia Toledo, subsecretaria de Diversidad Cultural en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para la poeta zapoteca y desde diciembre de 2018 funcionaria federal, esa es la razón de la premisa de la labor que desempeña dentro de la Secretaría de Cultura. No obstante, y junto a otros temas como el de los presupuestos, tal eje ha traído una serie de cuestionamientos.

Los ejes de trabajo y desarrollo en estos casi nueve meses de la secretaría son para Toledo un “cambio profundo”. Eso es lo que ve y siente, pero también observa que “cuesta mucho trabajo aceptarlo, sobre todo como a muchas clases acomodadas, que nada más están con la mirada puesta, de señalar, pero no de proponer”. Por ejemplo, agrega que se les han señalado“¿por qué tanto indio? A la secretaria (Alejandra Frausto) le han cuestionado por qué todo se va a las comunidades y dejan de hacer exposiciones en Bellas Artes”.

Pero no es que se desatienda una cosa por otra, aclara Natalia, pues los trabajos siguen en institutos o direcciones como la de Bellas Artes. “Todo continúa”.

Previo al primer informe de gobierno de López Obrador, la funcionaria originaria de Juchitán, Oaxaca, relata que justo por la deuda histórica, se ha trabajado bajo la premisa de que los pueblos originarios o comunidades indígenas sean el centro de la política.

“Justo porque mi origen es indígena y el zapoteco es mi lengua materna, creo que mi razón de ser en esta subsecretaría es trabajar también para las comunidades”. Esa visión, señala, es la que conduce a todas las áreas de la subsecretaría.

“Nosotros estamos obligados y partimos también de que es el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. En todo el mundo lo celebra la Unesco y qué más México y todo Oaxaca, que es el estado que tiene más lenguas originarias, indígenas”.

¿Pero quedaría en sólo una celebración esta declaratoria de 2019? Natalia dice que no, que este año internacional se toma como uno de trabajo. Y de ahí parten o se desarrollan algunos proyectos, como el que se tiene con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, encargado de documentar y registrar las lenguas indígenas. Es con este con quien se hacen alfabetos de lenguas indígenas del país. La intención es que se cuente con una manera de escribir las lenguas.

Que los hablantes de tales idiomas conozcan cuáles son las reglas mínimas, básicas, detalla Toledo sobre una labor que involucra a lingüistas, creadores, entre otros profesionales.

Con la creación de alfabetos, ¿no se haría un estándar que afecte a las variantes de las lenguas? Natalia prefiere evitar la afirmación o negación como respuesta. En cambio, opta por explicar los pros y contras de hacer un alfabeto base y el pensar en uno para cada variante:

“Antes de entrar a la Secretaría de Cultura estuve trabajando, con otros poetas, con el Inali, en el alfabeto del Istmo. Ahí hay variaciones y cada pueblo estaba reclamando, sobre todo las cuestiones de tono. En el Istmo todavía nos entendemos en la lengua, no así cuando hay que pelear un pedazo de tierra, salvo con Guevea y otro pueblo. Representaría un trabajo casi descomunal y en el que nunca llegaríamos a nada si se hace de cada variante.

Claro que sería lo idóneo, pero hay que partir de lo que ya existe también. A nosotros nos ha funcionado mucho el alfabeto que hizo en 1956 la lingüista Velma Pickett, que es el del Instituto Lingüístico de Verano”.

LOS PRESUPUESTOS

En la comparecencia del 21 de agosto ante la Cámara de Diputados, se le cuestionó a la secretaria de Cultura sobre la distribución y empleo de los presupuestos, con un monto para comunicación social (alrededor de 62 millones de pesos) que supera a lo dado a organismos como el Centro de Capacitación Cinematográfica (28 millones) o similar al del Inali (72 millones) y al de la misma subsecretaría de Diversidad Cultural (con 6 millones 332 mil 907 pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación).

“La verdad es que sí se ahorró de muchas otras partes para hacer cosas, se redistribuyó con otros programas que pensamos que ‘hacen tierra’ y trabajan en las comunidades, como es Cultura Comunitaria”, defiende Natalia.

Y ante ello argumenta que el trabajo de su área va de la mano con otras, como la Subsecretaría de Desarrollo Cultural, de Marina Núñez Bespalova. Con este ente, se hará un pabellón de lenguas que se va a presentar por primera vez en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca.

Este pabellón, detalla Toledo, consiste en presentaciones de libros, exposiciones, un espacio infantil con juegos didácticos en lenguas indígenas, cine hecho por realizadores indígenas, textiles, entre otros elementos. Además de incluir un poema referente a las 68 lenguas del país.