La casa imaginaria abre un mundo para la primera infancia

La casa imaginaria es un espacio dedicado al arte, el juego y la lectura para la primera infancia. Xóchitl Ortiz Molina, fundadora y directora del recinto inaugurado a principios de abril, en la ciudad de Oaxaca, dice que parte de la idea se basa en lo expuesto por la escritora y traductora argentina Graciela Montes, considerada referente en la literatura infantil.

“Ella habla de esto que ocurre cuando se comparten libros y lecturas; entonces, dice: abrimos un tiempo y un espacio otro, otorgamos además algo muy generoso. Y son estos lenguajes que sin decirse, sin nombrarse, se otorgan, y las niñas y niños lo entienden”.

Una casa imaginaria, recuerda Ortiz, es eso porque se abre hacia un mundo distinto, a uno del que al salir se tiene la certeza de querer volver. “Queremos volver a habitar esa casa imaginaria”, dice quien lleva más de 10 años de labor con la primera infancia y que para continuar ese trabajo decidió abrir su propia “casa imaginaria”.

En ella, padres en espera de algún bebé o familias con menores de edad de los cero a los seis años pueden disfrutar de la lectura y del juego, de la sensibilización con las artes.

Xóchitl Ortiz es iniciadora del proyecto de lectura permanente para la primera infancia, en el BS de Xochimilco, y que en 2017 lo amplió a las nuevas sedes de esta (en la BS Canteras y BS Ferrocarril). Asimismo, fundadora del colectivo Luciérnaga Literaria. Por ello ve fundamental el atender a este sector de la población, que varios países comienzan a dar importancia en sus políticas públicas, en cuanto a atención a salud, educación y cultura.

La primera infancia abarca, según la Unicef, desde el nacimiento hasta los seis años de edad, “pero cada vez más estamos conscientes de la importancia de sensibilizarnos como adultos” para prestar atención a los menores de este sector, señala Molina.

Es así que en La casa imaginaria se trabaja incluso con familias en espera de algún bebé. Y por ello las atenciones y actividades varían para cada grupo, además de que son permanentes.

Si bien, la oferta es un espacio para leer para y con niñas y niños, “la invitación es que como adultos, además de que leamos y compartamos libros e historias, es que seamos lectores de esos niños, de sus reacciones ante ciertas actividades y libros, a leernos como personas”.

Para conocer detalles de este espacio, Ortiz Molina recomienda visitar las páginas de Facebook e Instagram de La casa imaginaria. Ahí podrán enterarse de más detalles sobre inscripciones y horarios, así como de las actividades que se preparan para el verano, algunas de ellas ligadas a la danza o la narración escénica.