Los ferrocarriles mexicanos, en la mirada de Lorenzo Becerril

Fue hace 181 años que inició la construcción de la vía férrea que unió a la capital del país con el puerto de Veracruz. Sin embargo, tuvieron que pasar 36 años para que la ruta fuera inaugurada y para marcar con ello una etapa de modernización que en territorio nacional sería propiciada por el ferrocarril, medio de transporte que incluyó a Oaxaca entre sus rutas. A la par del desarrollo de la red ferroviaria, la fotografía emergió como el medio para plasmar y guardar la memoria visual de tales hechos.

Lorenzo Becerril fue uno de los fotógrafos mexicanos que con su lente documentó parte de ese devenir, a través de los ferrocarriles mexicanos que ahora se pueden conocer en sus imágenes, y que conforman la exposición Los ferrocarriles mexicanos desde la cámara de Lorenzo Becerril. La muestra, en curso en las instalaciones del Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur (Calzada Madero, barrio del Ex marquesado), reúnen las fotografías que de 1880 a 1890 tomó el autor en ciudades como Puebla o Veracruz. Las imágenes son de varias líneas ferroviarias en construcción o consolidadas, y en las que la presencia humana no era manipulada, como ocurría en varias de las tomas hechas por fotógrafos extranjeros, quienes ponían a sus asistentes en las escenas o buscaban tomas limpias, en donde no se observara a persona alguna.

“Las tomas que realizó Becerril se sienten más libres, él no pretendió controlar la presencia de las personas, y los sujetos que aparecen en ellas no fingen trabajar para salir en la foto, sino que en realidad se encuentran trabajando al momento en que se realizó la toma”, explica el texto de la muestra curada por Fernando Aguayo y Lilia Martínez, y presentada en 2015 en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, en Puebla.

La serie también se aproxima a parte del trabajo que el nacido en Tula, Hidalgo, en 1839, desarrolló desde 1860, primero en su vertiente de retratos y de documentación de los comercios y eventos. Más tarde, aproximadamente en 1880, es que Becerril comienza a registrar escenas de distintas partes del país, principalmente las relativas a la arquitectura, el paisaje y la industria, mostrando en ello el desarrollo social, político, cultural y económico del país.