De “ISMO” el cine experimental en América
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Arte y Cultura

De “ISMO” el cine experimental en América

El realizador Jesse Lerner esboza, junto a otros investigadores, el desarrollo de una vertiente que sigue sin una definición concreta


De “ISMO” el cine experimental en América | El Imparcial de Oaxaca

Como varias corrientes artísticas del siglo pasado, que solían terminar en “ismo” (surrealismo, dadaísmo, cubismo, expresionismo…), el cine experimental intenta ser abordado en una publicación que retoma aquel juego de palabras. Nueve investigadores, entre ellos Jesse Lerner y Álvaro Vázquez Mantecón, son los que entran al ruedo para acercarse a lo que en igual número de países se ha demarcado a partir de los años 20 del siglo pasado hasta la actualidad.

“Ismo, ismo, ismo”, como se titula el libro, es uno que además de los 18 ensayos comprende un ciclo de proyecciones, basado en 34 programas, “algunos dedicados a autores específicos”, pero la mayoría temáticos”, explica Lerner, quien junto a Luciano Piazza es el redactor de los textos que surgen del encuentro con los demás investigadores, en Los Ángeles, California.

“En el ciclo salen como 200 películas, pero no sé si haya una representativa del cine experimental. Hay, más bien, diferentes tendencias, temas o preocupaciones que surgen”, cuenta el también documentalista sobre una definición que “bastante amplia de lo que es cine experimental”, y de la que los autores no lograron concretar.

“Nunca nos pusimos de acuerdo de que el cine experimental es tal cosa. (Todavía) tenemos que discutirlo”, agrega Lerner. El invitado de la asociación civil OaxacaCine, y que ofreció una plática al respecto la tarde el jueves (como parte del programa de formación), expresa que “algunos de los textos y programas funcionan a partir de una estrategia o cuestión central”, y de ello es como se intenta abordar este tipo de cine.

“Hay un programa, por ejemplo, de cine hecho sin cámara -que es casi imposible hacer una película convencional sin cámara-“. Artistas o cineastas que pintan, rayan o dibujan con tinta en la película y no hacen el rebelado, que es lo que se llama animación directa, corresponde a este tema, explica el realizador.

“Ismo, ismo, ismo” es un libro que intenta tener un panorama continental del cine experimental, añade el autor, pues antes de ella no había una investigación de estas dimensiones, además de que era demasiada investigación y muchos países para un solo investigador o dos curadores.

Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos son incluidos en este volumen y ciclo que Lerner confía en traer a Oaxaca, y con ello conocer cómo esta vertiente se ha desarrollado a veces propiciada por ciertos formatos como el Súper 8.

“Hay algunos países en que hay una industria comercial y eso implica más infraestructura, que hay laboratorios, cámaras, que hay películas, y eso sería una influencia en la producción de cine experimental. En otros países casi no hay cine comercial, entonces la única manera en que la gente puede hacer cine es desde cero”.