Tlacuilos: la historia de los artistas anónimos del México prehispánico
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Tlacuilos: la historia de los artistas anónimos del México prehispánico

¿Alguna vez te preguntaste quiénes eran los responsables de hacer los códices de las culturas prehispánicas?


Tlacuilos: la historia de los artistas anónimos del México prehispánico | El Imparcial de Oaxaca

El 13 de agosto de 1521 es la fecha asentada para la caída de México-Tenochtitlán a manos de los invasores españoles y por lo tanto, el inicio de lo que por muchos años se conocería como el Virreinato de Nueva España y también la mezcla de dos culturas y el mestizaje en México.

Es en este contexto —y de muchos años previos a la conquista— que se inscriben los tlacuilos, que no eran más que los escribas y pintores —en otras palabras, los artistas— del México prehispánico que se encargaban de elaborar los códices que dejaron testimonio de las formas de vida de las diversas culturas indígenas, así como la elaboración de lo que llaman “la cartografía hispanoindígena”, es decir, la realización de los mapas del territorio de la Nueva España.

[Código Mendoza, códice mexica, circa 1549. Fundación de Tenochtitlán.]

Previo a la incursión española, los tlacuilos también se destacaban porque eran considerados una suerte de sabios, ya que en el registro que realizaban se plasmaban ideas como la matemática maya, su medicina —o métodos de curación—, ritos fúnebres y las creencias de sus dioses. En suma: todo el saber histórico de su cultura, de alguna manera eran sus historiadores oficiales y de acuerdo a un artículo de la UNAM, también eran considerados como los formadores o constructores de la historia de los pueblos, misma razón por la que años después fueron perseguidos en calidad de herejes, a menos que utilizaran su habilidad para los fines de la Corona.

[Folios 5 y 6 del Códice Bodley, Códices del Grupo Mixteco. Representación de la genealogía de los reyes de Tilantongo. Encuentra más información y la explicación completa en las referencias de este artículo].

Entre las funciones que los tlacuilos adquirieron durante el periodo novohispano fue la realización de los anales de la vida en el virreinato, las genealogías de la nobleza, o bien, las representaciones pictóricas de monjes, pueblos, etcétera. En realidad, funciones que ya tenían en el mundo prehispánico, pero adaptadas para un público español. Incluso los códices previos a la conquista posteriormente tuvieron anotaciones de frailes, como en el caso del Códice de Mendoza.

Históricamente, los tlacuilos realizaban sus códices en distintos soportes de origen vegetal o animal, como el papel amate —que hoy destaca por su producción artesanal—, pieles de animales como el venado —algunos aventuran a decir que se encontraban en piel humana— e incluso papel de maguey. Asimismo, los principales tintes que utilizaban para sus obras eran el negro y el rojo —el cual obtenían de la grana cochinilla—; al tiempo que su saber era plasmado con el uso de glifos, ideogramas y pinturas.

[Folio 6 del Código Borgia. Códice mesoamericano previo a la conquista de índole religiosa. Se estima que proviene de un lugar cercano a Puebla.]

Hoy existen un número reducido de códices que sobreviven en buen estado, pues durante la conquista muchos fueron destruidos sistemáticamente, ya fuera por el allanamiento de los amoxcalli —los lugares donde se resguardaban los códices— o porque eran considerados diabólicos por los religiosos españoles. Actualmente la mayoría de los códigos se encuentran en museos o colecciones fuera de nuestro país, así como muchos otros tesoros de la historia del México prehispánico.

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En portada: detalle de la representación de un tlacuilo en Diego Rivera, El mundo prehispánico, Palacio Nacional, Ciudad de México.