La literatura de la Tierra no está agotada: Francesca Gargallo
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La literatura de la Tierra no está agotada: Francesca Gargallo

La escritora Francesca Gargallo conecta biología, física y geología en una trilogía que concluye con La costra de la Tierra


Para que un libro sea publicado, pueden pasar 10 o 15 años, como le ocurrió a la feminista y escritora Francesca Gargallo (Italia, 1956). La autora de decenas de novelas, ensayos, cuentos y poemas lo ha vivido con su trilogía sobre la Tierra, una en la que entrelaza biología, geología y física con relatos sobre las emociones humanas, la defensa del maíz y las afectaciones al “planeta azul”.

“Quizá el mensaje llegue a destiempo” y sea “una lección de que no eres tan importante para lanzar un mensaje para todos porque otros lo pueden hacer”, piensa la autora de estas tres novelas compartidas hace unos días en la ciudad de Oaxaca. Aunque, espeta, en ese aprendizaje también hay una cuestión: “hubiéramos podido discutir esto antes”.
Conocida por obras como Estar en el mundo, Marcha seca y La decisión del capitán, Gargallo habla de La Costra de la Tierra (2006), tercera novela de la trilogía compuesta por Al paso de los días (Terracota, 2013) y Plan Campesino de Mujeres (Campamocha, 2017).

En esta entrega, Francesca habla de una geología ligada a la agricultura y las emociones humanas, “ya que al final de cuentas se trata de personajes que han dejado la ciudad o siempre han sido campesinos y entonces perciben que algo está cambiando, destrozando, de alguna manera, la tierra”.

A diferencia de Plan campesino de mujeres, que aborda el contexto en torno al cultivo del maíz, muestra otras cuestiones que atañe lo mismo a las personas que a la Tierra. “Está pasando algo que nos pone al borde de la destrucción de la vida como seres humanos organizados”, apunta la escritora sobre una serie publicada en un orden distinto al pensado, pero que al final vio la luz y con ello la oportunidad de externar temas actuales, en busca de una conciencia social.

“Para mí es un momento importante porque casi 15 años después de haber sido escritas, las novelas tienen una salida al público”, añade.

Con ello, también reflexiona sobre la idea de que “la literatura de la Tierra no es una literatura agotada” y que —para ser publicados— los escritores no tienen, necesariamente, que escribir sobre literatura urbana o de conflicto.

“Hay una literatura de la Tierra que expresa la modernidad, la contemporaneidad, la fantasía y la capacidad de resistencia de la gente”, comparte Gargallo, quien ha llevado esos temas a la trilogía en que también emerge el respeto entre mujeres y hombres, y que a su vez logran una vida mixta.

“No queremos un vínculo con la parte agresiva de la humanidad, y si los hombres son agresivos, no los queremos en nuestras vidas. En cambio, donde las relaciones son de respeto mutuo, la vida mixta es posible, la reciprocidad es paritaria y por lo tanto es agradable”.

En La costra de la Tierra, novela con que cierra su trilogía, Gargallo también recurre a esto, a partir de una historia que se ubica en Michoacán, estado en que radica la autora desde hace unos años. Específicamente, la historia ocurre en Cherán, un municipio autónomo de México, a partir de las mujeres que, en 2011, lideraron un levantamiento contra la tala de sus bosques madereros y el ambiente de violencia que se había tornado cotidiano.

“Entonces tenemos la biología, la geología y la física”, subraya la escritora que para estas novelas se ha basado en un poema, así como en la UZACHI (Unión de Comunidades Productoras Forestales Zapotecos – Chinantecos de la Sierra Juárez), para el caso de Plan campesino de mujeres.


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