En Juchitán de Zaragoza, los 218 elementos de la policía municipal fueron suspendidos temporalmente de sus funciones y serán sometidos a evaluaciones de control y confianza. Durante este periodo, las labores de seguridad quedan en manos de la Policía Estatal y fuerzas federales.
El proceso de evaluación, que durará aproximadamente tres meses, tiene como objetivo determinar cuántos de estos elementos están capacitados para continuar en labores de seguridad pública.
FUERZAS ESTATALES Y FEDERALES TOMAN EL MANDO
Mientras se lleva a cabo la certificación, la seguridad en el municipio ha sido asumida por la Policía Estatal, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Guardia Nacional.
Se ha establecido un mando coordinado encabezado por un comandante estatal. Quien tendrá a su cargo la estrategia y operación de seguridad en la zona.
VIDEOVIGILANCIA Y RESPUESTA QUEDAN INTERVENIDAS
El C2 y C4 de Juchitán, sistemas clave para la vigilancia y respuesta en el municipio, han quedado bajo control del gobierno estatal. Con el objetivo de mantener una supervisión constante y capacidad de respuesta inmediata ante cualquier emergencia.
Las autoridades aseguraron el armamento de la policía municipal tras detectar irregularidades en los permisos de portación colectiva y en el estado del arsenal. Actualmente, las armas se encuentran resguardadas por la Policía Estatal mientras se realiza la verificación correspondiente.
SEGURIDAD SE REFUERZA EN LA PERIFERIA
Como parte de las acciones inmediatas, se ha ampliado el operativo de seguridad hacia la periferia del municipio. Con el objetivo de recuperar el control territorial y fortalecer la presencia de las fuerzas del orden.
Además, se anunció un reordenamiento vehicular que incluirá la revisión integral del transporte público, especialmente taxis, mototaxis y unidades del servicio urbano y suburbano, como parte de una estrategia de atención integral a la seguridad.
Estas acciones forman parte de una estrategia para restablecer el orden público, reducir la violencia y recuperar la confianza ciudadana en Juchitán, tras detectarse diversas fallas e irregularidades en el funcionamiento de su policía municipal.