Bajo la intensa lluvia y en medio del lodo, pobladores de las comunidades de Recibimiento Cuauhtémoc, Río Humo y Lachixiao —agencias pertenecientes al municipio de Santiago Textitlán, Oaxaca— se organizan y toman herramientas en mano: picos, machetes y palas, con las que abren camino ante la indiferencia de las autoridades municipales, estatales y federales.
Desde 2018, cuando el puente sobre el río Verde colapsó —una infraestructura que fue construida con esfuerzo comunitario y el respaldo de madereros locales, sin apoyo del gobierno municipal—, los habitantes habilitaron una brecha alterna como única vía de comunicación. Sin embargo, el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y las recientes lluvias han dejado esa ruta prácticamente intransitable.
Hoy, en un acto de resistencia y solidaridad comunitaria, hombres y mujeres se suman al tequio convocado por los agentes entre ellos Isaías García Marcos, agente de la comunidad de Recibimiento Cuauhtémoc. La faena se concentra en el arroyo de Chiquihuite, punto de entronque vital entre las tres agencias, donde los pobladores buscan rehabilitar el paso que les permite acceder a servicios, alimentos y comunicación con el resto del municipio.
Con organización, esfuerzo y unidad, demuestran que cuando el Estado falla, la fuerza del pueblo se levanta.