La violencia en esta ciudad zapoteca volvió a encender las alarmas tras un nuevo atentado contra un establecimiento comercial, presuntamente por negarse a pagar “derecho de piso” en Juchitán de Zaragoza. Durante la medianoche del martes, una sucursal de autopartes fue blanco de un ataque incendiario que, según versiones preliminares, habría sido provocado por artefactos incendiarios lanzados por sujetos no identificados.
EL NEGOCIO AFECTADO
El negocio afectado es la tienda de autopartes “Géminis”, ubicada en las inmediaciones del crucero principal de dicha ciudad. Una zona con intensa actividad comercial y vehicular. De acuerdo con los primeros reportes, los agresores arrojaron lo que se presume eran bombas molotov contra las cortinas metálicas del local, generando un incendio que rápidamente comenzó a consumir parte de la fachada.
Luego, elementos del Heroico Cuerpo de Bomberos, junto con policías municipales, se movilizaron al lugar para controlar las llamas y evitar que el fuego se propagara a negocios colindantes. Afortunadamente no se reportaron personas lesionadas, pero los daños materiales fueron considerables.
AMENAZAS PREVIAS Y UNA CONSTANTE: EL COBRO DE PISO
Propietarios del establecimiento denunciaron que días antes del ataque habían recibido una carta en la que se les exigía el pago de una cuota a cambio de “protección”, una práctica cada vez más común en la región conocida como “cobro de piso”. Al negarse a cumplir la exigencia, fueron víctimas del atentado, según relataron a medios locales.
Este hecho se suma al reciente cierre de la empresa Bajaj, dedicada a la venta de motocicletas, que también decidió cesar operaciones en Juchitán tras constantes amenazas y extorsiones de este tipo. La salida de negocios formales, debido a la inseguridad y a la falta de garantías para operar, está generando una crisis comercial con impacto directo en el empleo local y el abastecimiento de productos esenciales.
DENUNCIAS SIN ECO: SEÑALAMIENTOS A LA FISCALÍA
Lo más preocupante, según comerciantes y ciudadanos, es la aparente indiferencia de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca. Los afectados denuncian que, para que una investigación avance o siquiera se inicie, es necesario ofrecer una “colaboración económica”. Lo cual desalienta la denuncia formal y deja en completa indefensión a quienes enfrentan estos actos criminales.
“Si no das para la gasolina, el caso no camina”, mencionó un comerciante que pidió anonimato por temor a represalias.
Este tipo de prácticas, según explican los afectados, abonan al clima de impunidad que favorece la expansión del crimen organizado en la zona.
COMERCIANTES AL LÍMITE: “ESTAMOS PENSANDO EN IRNOS”
En el centro y periferia de Juchitán, comerciantes comienzan a considerar cerrar o reubicar sus negocios por temor a represalias violentas.
“Estamos al límite. No podemos trabajar bajo amenaza constante”, expresó uno de ellos, visiblemente afectado por lo ocurrido.
La situación ha generado preocupación entre organizaciones civiles y empresariales, que advierten sobre el debilitamiento del tejido económico y social de la ciudad. Asimismo, piden una intervención inmediata de los tres niveles de gobierno para frenar esta ola de violencia que, de continuar, podría derivar en un éxodo comercial sin precedentes.
Finalmente, Juchitán, históricamente conocida por su cultura, resistencia y dinamismo económico, enfrenta hoy una de sus etapas más oscuras. Mientras los negocios cierran y los criminales actúan con impunidad, la ciudadanía espera respuestas concretas, no solo comunicados.