Adaptarse a los nuevos lineamientos por los que se prohíbe la venta de alimentos y bebidas ultraprocesados en las escuelas del país no representó reto alguno para el preescolar “María de la Luz Bourguet Bermúdez”, de la agencia San Juan Chapultepec, en Oaxaca de Juárez.
Hace 15 años que docentes como Zulma Lizbeth García Rojas emprendieron una iniciativa integral para el desarrollo de las y los menores de edad, y en la cual se ha impulsado la alimentación saludable, libre de desechos inorgánicos y que también se mantenga en el entorno familiar.
“Aquí no fue necesario acatar la disposición (de la SEP), puesto que es un trabajo que se viene realizando desde hace 15 años”, contó la docente este lunes, a dos días de que inició la prohibición nacional, misma que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre de 2024.
“En el caso de este jardín de niños tenemos un proyecto desde hace 15 años que precisamente una de sus estrategias es la ‘lonchera saludable’, se inició diciendo: que tu lonchera no genere basura, y poco a poco hemos ido erradicando alimentos procesados como yogurt, cajitas de leche, salchichas, jamón”.
“Entonces los niños traen ahorita una porción de verduras, de frutas, cereales naturales y algún otro alimento de origen animal como huevo, carne, una colación. Nosotros insistimos que los niños deben venir desayunados de casa”, refirió la profesora.
Madres de familia y docentes respaldan la entrada en vigor de los lineamientos nacionales por los que desde el 29 de marzo de este 2025 se prohibió la venta de comida ultra procesada (chatarra) y de bebidas azucaradas en las escuelas de todo el sistema educativo nacional (básico, medio superior y de formación para el trabajo y superior).
Para madres de familia como Diana Torres, reconocen que “la comida chatarra no es saludable para nuestros niños”. La tutora de una menor del preescolar remarcó que en esta institución se promueve la alimentación saludable desde hace varios años y que desde sus hogares también procuran ese hábito en las y los niños.
“Para mí es algo bueno, es un bien para todos”, apuntó la madre de familia sobre los lineamientos de la SEP, a través de los cuales las autoridades han argumentado que se busca procurar la salud de las y los estudiantes, especialmente porque hay una prevalencia de sobre peso y obesidad en la población infantil.
Para la docente Zulma Lizbeth, es necesario legalizar o hacer leyes en este ámbito, pues la alimentación saludable es fundamental en el desarrollo de los niños, de todas las personas.
Aumentan casos de obesidad en menores
Basados en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) Continua 2022, los nuevos lineamientos de la SEP señalan que “la prevalencia de sobrepeso más obesidad en la población menor de cinco años de edad se observó en 7.7%; mientras que en población escolar de 5 a 11 años la prevalencia nacional combinada de sobrepeso y obesidad fue de 37.3%, lo que representa casi 4 millones de educandos con exceso de peso”.
El pasado mes de agosto, las organizaciones e instituciones que integran la campaña “Por el derecho a una alimentación sana y nutritiva, Oaxaca sin chatarra”, señalaron que México ya expresa graves emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes, y que esta afecta a niñas, niños y adolescentes (NNA).
En el caso del estado de Oaxaca, explicaron que “tiene una de las mayores prevalencias de obesidad, diabetes y mortalidad por enfermedades relacionadas a la mala alimentación”, ya que actualmente, 1 de cada 4 niñas, niños y adolescentes en Oaxaca vive con obesidad infantil. Además de que se proyecta que el “50% de estos desarrollará diabetes en la vida adulta y su esperanza de vida se reducirá 4 años frente a la de sus cuidadores, es decir, vivirán gran parte de su vida con alguna enfermedad que podía haberse prevenido”.
Al apuntar que las escuelas son uno de los entornos más importantes en la protección a la infancia, de formación ciudadana, así como un lugar de esperanza para la reducción de las desigualdades sociales, para la salud y la nutrición, también comentaron que estas son vistas como un espacio más de mercantilización, debido a que 9 de cada 10 escuelas en Oaxaca venden bebidas azucaradas, golosinas, dulces, frituras y helados todos los días de la semana, generando también grandes cantidades de basura.
“En una sola jornada escolar se consumen 550 calorías únicamente de productos chatarra al interior de las escuelas, lo que puede causar un aumento de hasta 7 kilogramos de peso cada año, bajo rendimiento escolar, hiperactividad y otras enfermedades”, detallaron, al tiempo de exigir la aplicación de las políticas públicas existentes para regular el tipo de alimentos permitidos y no permitidos en estos espacios, pues de no hacerlo se están violando los derechos de la niñez y la juventud.